Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
Muy alegre se encontraba un pintor dando un brochazo a la derecha y un brochazo a la izquierda en la fachada de un negocio 123 de Anatole France en la Colonia Polanco, cuando de pronto solamente escuchó un extraño ruido; evitó moverse hasta encontrar el origen de lo que ya lo andaba paniqueando, cuando de pronto el andamio se venció y se vino abajo.
Como nadie le dijo "agárrate de la brocha que te voy a quitar el andamio", fueron casi tres metros de altura que cayó el pintor. La gente que se encontraba en la vivienda escuchó el grito del infortunado hombre cuando se precipitó al no encontrar de dóndesostenerse y evitar el "ranazo", por lo que salieron a ver lo ocurrido y echarle la mano a este cuate que sintió lo duro del piso.
Al estar junto a él, les comentó que le dolía todo el cuerpo, entonces fue que le pidieron evitara moverse, que ya le habían dado aviso a los paramédicos para que fueran a revisarlo. Estuvo inmóvil varios minutos hasta que llegaron los socorristas a quienes les comentó las partes corporales que le dolían y así de este modo evitar que lo lastimaran a la hora de subirlo a la ambulancia.
Conscientes de que el asunto era delicado porque había fracturas, incluso en la columna, los paramédicos bajaron una camilla en la que fue colocado el herido. Se le tuvo que inmovilizar desde el cuello hasta las piernas; porque en caso contrario podrían con un mal movimiento afectarle alguna parte importante del cuerpo, como sería la columna vertebral y dejarlo paralitico o parapléjico.
Pero por fortuna del pintor, no de los que pintan angelitos negros, sino de casas y fachadas, se puso en marcha el protocolo en cuestión de traslados de heridos, y con sumo cuidado fue subido a la ambulancia. Al llegar al hospital, los médicos dieron la orden de que se le tomaran diversas radiografías para conocer en qué partes del cuerpo contaba con fracturas.
Sin embargo, esos resultados ya no fueron revelados a los medios de comunicación, solamente se dijo que el hombre se encontraba un poco "magullado" por la caída, pero de ahí en fuera, que dentro de poco tiempo volverá a eso de las pintadas de casas y fachadas, pero se le recomendará que tenga mayor cuidado a la hora de instalar el andamio, porque el suelo es duro
.
Al estar junto a él, les comentó que le dolía todo el cuerpo, entonces fue que le pidieron evitara moverse, que ya le habían dado aviso a los paramédicos para que fueran a revisarlo. Estuvo inmóvil varios minutos hasta que llegaron los socorristas a quienes les comentó las partes corporales que le dolían y así de este modo evitar que lo lastimaran a la hora de subirlo a la ambulancia.
Conscientes de que el asunto era delicado porque había fracturas, incluso en la columna, los paramédicos bajaron una camilla en la que fue colocado el herido. Se le tuvo que inmovilizar desde el cuello hasta las piernas; porque en caso contrario podrían con un mal movimiento afectarle alguna parte importante del cuerpo, como sería la columna vertebral y dejarlo paralitico o parapléjico.
Pero por fortuna del pintor, no de los que pintan angelitos negros, sino de casas y fachadas, se puso en marcha el protocolo en cuestión de traslados de heridos, y con sumo cuidado fue subido a la ambulancia. Al llegar al hospital, los médicos dieron la orden de que se le tomaran diversas radiografías para conocer en qué partes del cuerpo contaba con fracturas.
Sin embargo, esos resultados ya no fueron revelados a los medios de comunicación, solamente se dijo que el hombre se encontraba un poco "magullado" por la caída, pero de ahí en fuera, que dentro de poco tiempo volverá a eso de las pintadas de casas y fachadas, pero se le recomendará que tenga mayor cuidado a la hora de instalar el andamio, porque el suelo es duro
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