Patricia Carrasco
Alondra, de 14 años, fue arrebatada de su familia el jueves de la semana pasada, para ser entregada a Dorotea García, residente estadounidense que aseguraba ser su verdadera madre biológica. Sin embargo, una muestra de ADN analizada en el Consulado de México en Houston, Texas, determinó que la menor no era hija de la ciudadana estadounidense.
A decir de la CNDH, todas las instancias involucradas debieron regir su actuación por la preservación del interés superior de la menor de edad. En caso de existir vacíos o lagunas en la normativa será necesario subsanar las mismas para prevenir posteriores violaciones a derechos humanos en perjuicio de las niñas, niños y adolescentes
Dentro del trámite e integración del expediente de queja que inició con motivo de tales hechos, debiéndose mencionar que, desde el momento en que se tuvo conocimiento del caso, personal de este organismo nacional se entrevistó con el padre de la adolescente y se le ofreció apoyo médico y psicológico a la joven y a su familia, con independencia de la investigación en curso.
Una vez que se reciban los informes solicitados, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos analizará los mismos y los demás elementos de convicción que se integren al expediente de queja, a efecto de emitir el pronunciamiento que proceda sobre la existencia de violaciones a los derechos humanos de la adolescente sustraída. En esta tarea, resultará determinante que las autoridades hayan tomado en consideración y buscado preservar el interés superior de la menor de edad con su actuación en el presente asunto.
La CNDH señala que al margen de la integración del expediente de queja que se lleva a cabo, solicitará a las instancias competentes que den seguimiento a las investigaciones que tendrían que estar realizando, para la localización de la menor que habría sido arrebatada a su madre en los Estados Unidos y cuya identidad se habría confundido con la de la adolescente sustraída
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