Marchan "Ma­dres bus­can­do a sus hi­jos e hi­jas", en 3 ciudades

Raúl Ma­cías

Uno de los do­lo­res más gran­des es el de una ma­dre que per­dió un hi­jo, o bien no sa­be dón­de es­tá. Ayer de­ce­nas de mu­je­res par­ti­ci­pa­ron en la cuar­ta edi­ción de la "Mar­cha de la dig­ni­dad na­cio­nal. Ma­dres bus­can­do a sus hi­jos e hi­jas".

Des­de muy tem­pra­no se con­gre­ga­ron en la ex­pla­na­da del Mo­nu­men­to a la Re­vo­lu­ción, la gran ma­yo­ría con la ima­gen de sus hi­jos en la ma­no y la de­man­da a las au­to­ri­da­des lo­ca­les y fe­de­ra­les pa­ra que sean lo­ca­li­za­dos.

Los par­ti­ci­pan­tes in­di­ca­ron que es­ta ma­ni­fes­ta­ción se rea­li­zó si­mul­tá­nea­men­te en tres ciu­da­des del país, con la par­ti­ci­pa­ción de ma­dres de de­sa­pa­re­ci­dos pa­ra exi­gir la pre­sen­ta­ción con vi­da de sus hi­jos.

A las 10:30 ho­ras en pun­to, al gri­to de: "¡Hi­jo, es­cu­cha, tu ma­dre es­tá en la lu­cha!", ini­ció la ca­mi­na­ta de un gru­po de mu­je­res que no pier­den la es­pe­ran­za de vol­ver a ver a sus vástagos.

La mar­cha lle­gó al An­gel de la In­de­pen­den­cia, al­re­de­dor del me­dio­día, lue­go de avan­zar so­bre Pa­seo de la Re­for­ma, sin que se re­gis­tra­ran in­ci­den­tes.

"¡Por­que los ama­mos!" era la res­pues­ta en co­ro de mu­je­res que ase­gu­ran no de­ja­rán de bus­car a sus hi­jos.

En el mi­tin exi­gie­ron que se in­ves­ti­gue y lo­ca­li­ce con vi­da a sus fa­mi­lia­res de­sa­pa­re­ci­dos, por­que ellas no des­can­sa­rán has­ta lo­ca­li­zar­los.

Y una vez sur­gió la exi­gen­cia a las au­to­ri­da­des de los tres ni­ve­les de go­bier­no: "si no pue­den ga­ran­ti­zar la se­gu­ri­dad, la jus­ti­cia y la paz, que re­nun­cien"
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