Acapulco, Gro.- (OEM).- Por lo menos una docena de elementos policiacos resultaron lesionados en el enfrentamiento a pedradas que sostuvieron, por casi tres horas, con normalistas de Ayotzinapa, y en el que fue necesaria la intervención de personal militar antimotín para replegar a los estudiantes, los hechos ocurrieron el mediodía de este miércoles en el túnel del nuevo libramiento a Tixtla.
Desde muy temprana hora personal de la policía estatal montó un filtro en el punto conocido como el túnel del libramiento Chilpancingo-Montaña Baja, con la única intención de evitar que normalistas de Ayotzinapa llegaran a Chilpancingo, donde se presumía que intentarían atacar instalaciones electorales, como parte de la semana dedicada al boicot del proceso electoral.
Los normalistas, padres de los desaparecidos y miembros de otras organizaciones afines a su movimiento, llegaron al túnel a bordo de cuatro autobuses de pasajeros de los que mantiene en calidad de secuestrados, los policías les indicaron que podrían pasar sólo si les permitían revisar las unidades y verificar que no llevaran ningún material explosivo o bombas molotov.
Los normalistas no permitieron que se revisaran sus unidades, y trataron de romper el cerco policiaco lanzando piedras y petardos contra los uniformados, quienes respondieron utilizando granadas de gas lacrimógeno, después los normalistas subieron a la parte alta del túnel y desde ahí estuvieron lanzando rocas a los uniformados.
Debido a que los policías estatales se vieron superados por las pedradas de los normalistas, pidieron refuerzo a las fuerzas federales, al sitio llegaron alrededor de 200 elementos comandados por el ya célebre Espartaco, sin embargo no lograron dominar a los estudiantes que arremetieron nuevamente a pedradas contra la columna de uniformados, logrando lesionar a por lo menos 10 elementos entre ellos dos mujeres.
Cuando finalmente se sintieron superados, los policías pidieron el apoyo del ejército, y al sitio llegaron alrededor de 300 elementos militares equipados con cascos, pecheras toletes y mascaras antigás, y sólo al final de la columna algunos de ellos portaban rifles de asalto.
Bajaron de sus unidades, de inmediato se formaron y avanzaron hacia donde se encontraban los normalistas, pasaron el túnel en el que se explotaron decenas de bombas de gas lacrimógeno, marchaban junto a los policías golpeando sus escudos, eso hizo que los normalistas se replegaran, abordaran sus autobuses y se fueran a su escuela.
Desde muy temprana hora personal de la policía estatal montó un filtro en el punto conocido como el túnel del libramiento Chilpancingo-Montaña Baja, con la única intención de evitar que normalistas de Ayotzinapa llegaran a Chilpancingo, donde se presumía que intentarían atacar instalaciones electorales, como parte de la semana dedicada al boicot del proceso electoral.
Los normalistas, padres de los desaparecidos y miembros de otras organizaciones afines a su movimiento, llegaron al túnel a bordo de cuatro autobuses de pasajeros de los que mantiene en calidad de secuestrados, los policías les indicaron que podrían pasar sólo si les permitían revisar las unidades y verificar que no llevaran ningún material explosivo o bombas molotov.
Los normalistas no permitieron que se revisaran sus unidades, y trataron de romper el cerco policiaco lanzando piedras y petardos contra los uniformados, quienes respondieron utilizando granadas de gas lacrimógeno, después los normalistas subieron a la parte alta del túnel y desde ahí estuvieron lanzando rocas a los uniformados.
Debido a que los policías estatales se vieron superados por las pedradas de los normalistas, pidieron refuerzo a las fuerzas federales, al sitio llegaron alrededor de 200 elementos comandados por el ya célebre Espartaco, sin embargo no lograron dominar a los estudiantes que arremetieron nuevamente a pedradas contra la columna de uniformados, logrando lesionar a por lo menos 10 elementos entre ellos dos mujeres.
Cuando finalmente se sintieron superados, los policías pidieron el apoyo del ejército, y al sitio llegaron alrededor de 300 elementos militares equipados con cascos, pecheras toletes y mascaras antigás, y sólo al final de la columna algunos de ellos portaban rifles de asalto.
Bajaron de sus unidades, de inmediato se formaron y avanzaron hacia donde se encontraban los normalistas, pasaron el túnel en el que se explotaron decenas de bombas de gas lacrimógeno, marchaban junto a los policías golpeando sus escudos, eso hizo que los normalistas se replegaran, abordaran sus autobuses y se fueran a su escuela.
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