Fotos cortesía: Ricardo Mendoza
"Los maté porque estaba cansado de que toda la vida me humillaran, me maltrataran y me trataran como si fuera un don nadie", confesó el joven; junto al homicida fueron detenidos su novia y un menor de edad que fueron sus cómplices
Álvaro Velázquez,
SAN VICENTE CHICOLOAPAN, Méx.- Luego de un arduo trabajo de investigación e inteligencia, elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CECS) finalmente ubicaron y detuvieron al desequilibrado sujeto que la tarde del pasado 24 de julio asesinó a golpes y degolló a su padre, después de que previamente ya había estrangulado a su madre y a una de sus hermanas, en el interior de su domicilio.
Junto con el presunto parricida que fue identificado como Marco Antonio Jiménez Carichi, de 25 años de edad, los elementos de la CESC también capturaron a su novia, Perla Beatriz Merino Rodríguez, de 36 años, y a un menor de 15 que fueron cómplices en el asesinato que cometió contra su padre.
"Los maté porque estaba cansado de que toda la vida me humillaran, me maltrataran y me trataran como si fuera un don nadie", confesó el presunto parricida a los policías estatales, momentos después de que los uniformados lo detuvieran en posesión de droga, cuando circulaba a bordo del automóvil Ibiza rojo, que utilizó para escapar el día del hallazgo de los 3 cuerpos, sobre el camino que conduce al poblado de Coatepec, en la Colonia Ejidos de San Vicente Chicoloapan, en este municipio.
Posteriormente, cuando los uniformados trasladaron al presunto parricida a las instalaciones de la Fiscalía de Neza y tras de que fue sometido a un nuevo interrogatorio para confirmar su confesión, éste de manera escalofriante y sin el más mínimo arrepentimiento narró, paso a paso, cómo mató a sus padres y a su hermana, Guadalupe Carmen Jiménez Carichi, de 20 años de edad.
Dijo que todo se originó la tarde del pasado 17 de julio del año en curso, en el interior de su domicilio, ubicado sobre Circuito Caleza, manzana 3, lote 6, casa 8, en la Unidad Habitacional Geovillas de Costitlán, en este municipio.
Ese día, indicó, al estar en la sala de la casa viendo la televisión, su hermana de manera autoritaria y hasta humillante le ordenó que prepara la comida para llevársela a su madre, Carmen Carichi, quien trabajaba en una tienda Oxxo, muy cerca de su domicilio.
Sin embargo, señaló, como se negó y le ordenó a su consanguínea que lo hiciera ella porque esa era tarea de una mujer y no de él, ésta como ya era su costumbre, comenzó a insultarlo y a humillarlo, por lo que enfurecido se levantó del sillón de la sala y comenzó a golpearla hasta que finalmente -fuera de sí- la estranguló con sus propias manos.
Al percatarse que había matado a su hermana, dijo, la levantó y para que su madre no se diera cuenta que la había asesinado, la subió a su recámara y la acostó en su cama.
Más tarde, cuando su progenitora llegó a la casa y preguntó por su hermana, agregó, le comentó que estaba dormida en su recámara y después de que su madre confirmó tal versión, bajó y entró a la cocina para prepararse algo de comer; sin embargo, como sabía que de un momento a otro la autora de sus días se iba dar cuenta de lo sucedido, decidió también matarla para no dejar testigos, por lo que la sorprendió por la espalda y de igual forma la estranguló.
Luego de ello, dijo el desequilibrado sujeto, para evitar sospechosas mantuvo los cadáveres de su madre y de su hermana dentro de la habitación y los roció de cal y amoniaco para que no despidieran un mal olor y alguien los descubriera y continúo normalmente con su vida como si nada hubiera pasado.
Sin embargo, agregó, el pasado 24 de julio enfrentó un nuevo problema cuando su padre, Miguel Ángel Jiménez, quien por cuestiones de trabajo se encontraba en el Estado de Guerrero, entabló comunicación vía telefónica con él para informarle que iba a llegar a su casa, pues estaba un tanto preocupado por su madre y su hermana, ya que no sabía nada de ellas y por más que les hablaba por teléfono no le respondían.
Ante tal situación, dijo, consciente de que su padre lo iba a descubrir decidió que era necesario también matarlo para no dejar ningún testigo, por lo que se organizó con su novia y un familiar de ésta para consumar el asesinato.
De esta forma, agregó, la tarde del pasado 24 de julio cuando llegó a su domicilio en compañía de su padre, su novia y su familiar que ya se encontraban dentro de la casa, sorprendieron a su progenitor, a quien sin darle tiempo de nada comenzaron a golpearlo salvajemente con un bat y posteriormente cuando cayó el piso semiinconsciente por los golpes que recibió en la cabeza, llegó y sin importarle que se trataba de su mismo padre, lo asesinó sin misericordia, al degollarlo con varios cuchillos.
Consumada su desequilibrada acción, salió corriendo de la casa para darse a la fuga junto con sus cómplices, pero como varios de sus vecinos se dieron cuenta de lo sucedido y lo identificaron plenamente, la policía supo desde el mismo momento de los hechos que él había sido el responsable de los asesinatos de sus familiares, por lo que ya lo buscaban afanosamente hasta que lo ubicaron y detuvieron, posteriormente también capturaron a sus cómplices en su domicilio, ubicado en el número 20 de la calle Rancho Las Amapolas, en el Fraccionamiento Rancho de San Miguel, en este municipio.
Confeso de los hechos, el presunto parricida y sus cómplices quedaron a disposición del ministerio público y en las próximas horas serán consignados ante un juez de control y juicios orales del penal del Molino de las Flores, en Texcoco, a fin de que sea esta instancia la que determine su situación jurídica.
Álvaro Velázquez,
SAN VICENTE CHICOLOAPAN, Méx.- Luego de un arduo trabajo de investigación e inteligencia, elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CECS) finalmente ubicaron y detuvieron al desequilibrado sujeto que la tarde del pasado 24 de julio asesinó a golpes y degolló a su padre, después de que previamente ya había estrangulado a su madre y a una de sus hermanas, en el interior de su domicilio.
Junto con el presunto parricida que fue identificado como Marco Antonio Jiménez Carichi, de 25 años de edad, los elementos de la CESC también capturaron a su novia, Perla Beatriz Merino Rodríguez, de 36 años, y a un menor de 15 que fueron cómplices en el asesinato que cometió contra su padre.
"Los maté porque estaba cansado de que toda la vida me humillaran, me maltrataran y me trataran como si fuera un don nadie", confesó el presunto parricida a los policías estatales, momentos después de que los uniformados lo detuvieran en posesión de droga, cuando circulaba a bordo del automóvil Ibiza rojo, que utilizó para escapar el día del hallazgo de los 3 cuerpos, sobre el camino que conduce al poblado de Coatepec, en la Colonia Ejidos de San Vicente Chicoloapan, en este municipio.
Posteriormente, cuando los uniformados trasladaron al presunto parricida a las instalaciones de la Fiscalía de Neza y tras de que fue sometido a un nuevo interrogatorio para confirmar su confesión, éste de manera escalofriante y sin el más mínimo arrepentimiento narró, paso a paso, cómo mató a sus padres y a su hermana, Guadalupe Carmen Jiménez Carichi, de 20 años de edad.
Dijo que todo se originó la tarde del pasado 17 de julio del año en curso, en el interior de su domicilio, ubicado sobre Circuito Caleza, manzana 3, lote 6, casa 8, en la Unidad Habitacional Geovillas de Costitlán, en este municipio.
Ese día, indicó, al estar en la sala de la casa viendo la televisión, su hermana de manera autoritaria y hasta humillante le ordenó que prepara la comida para llevársela a su madre, Carmen Carichi, quien trabajaba en una tienda Oxxo, muy cerca de su domicilio.
Sin embargo, señaló, como se negó y le ordenó a su consanguínea que lo hiciera ella porque esa era tarea de una mujer y no de él, ésta como ya era su costumbre, comenzó a insultarlo y a humillarlo, por lo que enfurecido se levantó del sillón de la sala y comenzó a golpearla hasta que finalmente -fuera de sí- la estranguló con sus propias manos.
Al percatarse que había matado a su hermana, dijo, la levantó y para que su madre no se diera cuenta que la había asesinado, la subió a su recámara y la acostó en su cama.
Más tarde, cuando su progenitora llegó a la casa y preguntó por su hermana, agregó, le comentó que estaba dormida en su recámara y después de que su madre confirmó tal versión, bajó y entró a la cocina para prepararse algo de comer; sin embargo, como sabía que de un momento a otro la autora de sus días se iba dar cuenta de lo sucedido, decidió también matarla para no dejar testigos, por lo que la sorprendió por la espalda y de igual forma la estranguló.
Luego de ello, dijo el desequilibrado sujeto, para evitar sospechosas mantuvo los cadáveres de su madre y de su hermana dentro de la habitación y los roció de cal y amoniaco para que no despidieran un mal olor y alguien los descubriera y continúo normalmente con su vida como si nada hubiera pasado.
Sin embargo, agregó, el pasado 24 de julio enfrentó un nuevo problema cuando su padre, Miguel Ángel Jiménez, quien por cuestiones de trabajo se encontraba en el Estado de Guerrero, entabló comunicación vía telefónica con él para informarle que iba a llegar a su casa, pues estaba un tanto preocupado por su madre y su hermana, ya que no sabía nada de ellas y por más que les hablaba por teléfono no le respondían.
Ante tal situación, dijo, consciente de que su padre lo iba a descubrir decidió que era necesario también matarlo para no dejar ningún testigo, por lo que se organizó con su novia y un familiar de ésta para consumar el asesinato.
De esta forma, agregó, la tarde del pasado 24 de julio cuando llegó a su domicilio en compañía de su padre, su novia y su familiar que ya se encontraban dentro de la casa, sorprendieron a su progenitor, a quien sin darle tiempo de nada comenzaron a golpearlo salvajemente con un bat y posteriormente cuando cayó el piso semiinconsciente por los golpes que recibió en la cabeza, llegó y sin importarle que se trataba de su mismo padre, lo asesinó sin misericordia, al degollarlo con varios cuchillos.
Consumada su desequilibrada acción, salió corriendo de la casa para darse a la fuga junto con sus cómplices, pero como varios de sus vecinos se dieron cuenta de lo sucedido y lo identificaron plenamente, la policía supo desde el mismo momento de los hechos que él había sido el responsable de los asesinatos de sus familiares, por lo que ya lo buscaban afanosamente hasta que lo ubicaron y detuvieron, posteriormente también capturaron a sus cómplices en su domicilio, ubicado en el número 20 de la calle Rancho Las Amapolas, en el Fraccionamiento Rancho de San Miguel, en este municipio.
Confeso de los hechos, el presunto parricida y sus cómplices quedaron a disposición del ministerio público y en las próximas horas serán consignados ante un juez de control y juicios orales del penal del Molino de las Flores, en Texcoco, a fin de que sea esta instancia la que determine su situación jurídica.
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