Genoveva Ortiz
El narcotráfico y la delincuencia organizada recluta, de la pobreza y exclusión, a los jóvenes que no son retenidos en el sistema educativo, para luego convertirlos en vendedores de droga, informantes, secuestradores, extorsionadores y sicarios desalmados.
Así lo expuso, ante senadores y diputados, el gobernador de Guerrero, Rogelio Ortega Martínez al destacar que la reforma educativa en esta entidad es inaplazable para detonar el desarrollo con equidad e igualdad, debido a que es uno de los estados del país que enfrenta los mayores rezagos sociales e índices de pobreza.
"Si el país se incendia, será por Guerrero", declaró el mandatario estatal al reunirse con senadores y diputados de la Segunda Comisión de la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, que preside el senador Armando Ríos Piter, para abordar la implementación de la reforma educativa.
Informó a los legisladores que la primera etapa del proceso de evaluación de ingreso y promoción se pudo realizar sin incidentes, pero pidió el apoyo de los legisladores para trabajar conjuntamente en un esquema que permita poner en marcha la reforma educativa en la entidad, sin dejar a un lado las condiciones particulares e incluso excepcionales que enfrenta el Estado.
Expuso que en la zona de La Montaña, la sierra y los barrios populares y periféricos de Acapulco, Chilpancingo, Iguala y Ometepec no hay Internet, herramienta indispensable para aplicar el examen de evaluación docente.
Señaló que hay escuelas, como Emperador Cuauhtémoc, en el municipio de Iliatenco, donde las clases se imparten en chozas, en un talud que se había retajado del cerro.
Por las condiciones de inseguridad, dijo el ejecutivo guerrerense, incluso en las colonias Renacimiento y Zapata, de Acapulco, se tuvo que adelantar una semana el periodo vacacional decembrino para salvaguardar la seguridad y el aguinaldo de los maestros, a quienes la delincuencia ya los estaba esperando para asaltarlos, así como a la "doñita que lleva todos los días al niño a la escuela".
Indicó que el conflicto de inseguridad en estas zonas se debe a la disputa del territorio entre las bandas delincuenciales denominadas "Ardillos" y "Rojos".
Además del rezago ancestral y la inseguridad, el gobernador se refirió también al problema financiero que enfrenta la entidad. Ante la gravedad de este asunto, admitió que se ha contemplado la posibilidad de declarar la quiebra financiera o adelantar la toma de posesión del nuevo gobernador Héctor Astudillo.
Recordó que en enero pasado entró en vigor la nueva forma de pago de salarios del magisterio, a través de la cual el gobierno de Guerrero ya no iba a emitir el pago sino la federación, pero había 19,000 plazas del magisterio estatal que no son reconocidas, no tienen techo presupuestal y se fueron acumulando por años.
Esto generó un boquete para las finanzas de Guerrero, de por sí frágiles. Informó que con la Secretaría de Hacienda acordó que la federación se encargaría de las plazas federales y el estado de las plazas locales. El problema se resolvió, lo que no se resolvió fue el boquete financiero, apuntó.
El mandatario estatal pidió el apoyo del Congreso para que las autoridades levanten un censo escrupuloso de las personas que integran los grupos de autodefensa y policías comunitarios para determinar quiénes son, cuáles serán sus funciones y qué tipo de armamento deben portar
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