MAZAPIL, Zac, (OEM-Informex).- Las actividades feriales de este municipio, a excepción de las religiosas se cancelaron, luego de la tragedia ocurrida en la que hasta el momento fallecieron 28 personas, a consecuencia del atropellamiento de un camión de volteo de doble eje que se fue sobre un centenar de personas que participaban en la peregrinación en honor a Nuestro Padre Jesús.
Hasta el momento, la solidaridad por parte de los habitantes de Saltillo y Concepción del Oro, no se hizo esperar y ciudadanos acudieron a los hospitales a brindar apoyo a los familiares, otros más les brindaron hospedaje en sus viviendas, en tanto que en Concepción del Oro se instalaron centros de acopio por iniciativa ciudadana.
Además de la solidaridad mostrada por los habitantes de Saltillo y Concepción el Oro, con los peregrinos de Mazapil, también la ciudadanía manifestó su inconformidad con las autoridades por no haber hecho nada para prevenir este tipo de accidentes y evitar la muerte de más personas por la lejanía y falta de centros hospitalarios.
REVELAN LISTA DE FALLECIDOS
Por otro lado, aunque no es la lista completa, se dio a conocer una de las personas fallecidas como: Leonardo Daniel Carrillo Aguayo, de 15 años, originario de Saltillo; Francisco Javier Briones Ordóñez de sólo 7 años, originario también del lugar en mención, al igual que Jesús Aguayo Hernández, Sergio Pérez Briones, Jesenia Briones Ordóñez y Angélica María Briones Ordóñez, de 33 años.
Asimismo se dio a conocer que originarios de Mazapil fallecieron: Leonardo Solís Hernández, Catalina Solís Luna, de 47 años; Francisco Javier Carranza Solís; Natalia Solís Hernández, 45 años; Víctor Manuel Mendoza Herrera, 50 años.
Asimismo la señora María "N" de entre 40 y 45 años, originaria de Concepción del Oro y Paula Sepúlveda García, de Monterrey; así como Rosa Sánchez Méndez, de Mazapil; Gregoria Chávez Celestino, de Monterrey y Sonia Castillo.
Además, aparece en la lista, Hermelinda Lozano Parra, de Mazapil; Jesús Bernardo Solís Sánchez, de Santa Rosa, María de la Cruz Torres Ponce, de Mazapil; Ángel Mateo Montelongo, de Monterrey; Julio Solís Hernández, de la comunidad de Santa Rosa Mazapil; Martha Armadillo Hernández y Luis Mendoza
"Se levantó una gran nube de polvo, un viento muy fuerte, se escuchó un estruendo", relató el padre Filiberto Campos, quien indicó que al acudir al lugar del accidente algunas personas ya habían fallecido, otras personas estaban agonizando, todo era un caos.
La peregrinación era parte de las fiestas religiosas en honor a Jesús, el Cristo de Mazapil, venerado desde finales del siglo XVI.
Estas festividades van acompañadas de peregrinaciones, y en esta ocasión le tocaba peregrinar a las comunidades que se dedican al campo.
Estamos muy consternados, es la primera vez que sucede un accidente de esta magnitud y se está sobre todo con las personas que lamentablemente han perdido algún ser querido.
Hubo una familia que perdió seis integrantes, los Cortés Juárez; hubo otra familia, Herrera Ascacio perdió cuatro familiares, de la comunidad de Santa Rosa, que es de donde iba un grupo de danza casi cerrando la peregrinación, hubo alrededor de 10 personas que fallecieron allí.
A estas fiestas acude cerca de 1,000 fieles que participan en esta celebración.
El primer día se realiza un novenario y todo es fiesta, danzas, música, cohetes.
Se salió con el resguardo de seguridad pública municipal, y todo iba bien, se respiraba un ambiente de alegría, de gozo, todos muy contentos de poder participar en esta celebración, de este Cristo tan venerado, Nuestro padre Jesús de Mazapil.
El párroco comentó que fue adelante con las personas que iban abriendo el contingente de la peregrinación, y en esos momentos se levantó una gran nube de polvo, un viento muy fuerte, se escucha un estruendo.
Vienen las personas a avisarme, "padre, un vehículo se quedó sin frenos, hay muchas personas lesionadas".
En esta ocasión iba también el padre Raúl Gaytán, y ambos fueron corriendo y nos topamos con una escena terrible.
Algunas personas ya habían fallecido, otras personas estaban agonizando, todo era un caos, las personas no podían controlar esos sentimientos.
Se dieron a la tarea de apoyar espiritualmente a todos esos enfermos, y con los muertos a rezar, a absolverles, que es el oficio propio del sacerdote.
Una vez que ha pasado todo el caos, las personas empiezan a trasladar enfermos en vehículos particulares.
Se dio aviso a Ángel Martínez, el director de Asuntos Religiosos, para avisar de lo acontecido, y se dio aviso al gobernador Miguel Alonso, al señor obispo Sigifredo Noriega Barceló, que estaba en la ciudad de Granados, en Sonora
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