Alvaro Velázquez
TULTEPEC, Méx., 13 de octubre.- El corralón de autos conocido como "Grúas Jesper" burla la legalidad, pues a pesar de que hace 6 meses fue clausurado, después de que se detectó que no contaba con los permisos correspondientes para funcionar, además de que durante un operativo elementos de la PGJEM encontraron escondidos dentro de sus instalaciones por lo menos 3 automóviles con reporte de robo, aún así con todas estas
anomalías sigue operando, aunque en la clandestinidad.
Pero esto no es lo más grave, pues algunos automovilistas que fueron víctimas de dicho corralón, denunciaron a LA PRENSA que pese a esta serie de irregularidades, ministerios públicos y jueces conciliadores de la zona del Valle de Cuautitlán "trabajan de la mano" con el propietario.
Dichos servidores públicos, según dijeron, aún a sabiendas de que el depósito de autos fue clausurado y de que no cuenta con los permisos correspondientes para funcionar, aún así contactan al mismo dueño para que con sus grúas se lleve y encierre en su corralón a todos aquellos autos que son puestos a disposición de ellos por algún percance de tránsito que no tuvo "arreglo", evidentemente, aseguraron, a cambio de una remuneración económica.
Por si esto fuera poco, agregaron, después cuando sus vehículos fueron ingresados al corralón de las "Grúas Jesper", por la puerta trasera, pues la entrada principal esta clausurada, inició un verdadero martirio para ellos, ya que ante la falta de una tarifa oficial y una normatividad que rija el funcionamiento del multicitado corralón, les cobraron de manera arbitraria y sin explicaciones de entre 8,000 y 10,000 pesos a cada uno para liberar sus vehículos, lo que dificultó de alguna manera realizar dicho trámite.
Cuando finalmente con mucho esfuerzo juntaron el dinero para liberar sus autos, añadieron, se encontraron con un nuevo problema, a unos les faltaban las bocinas, a otro el estéreo, uno más la llanta de refacción, herramientas, gatos y al reclamar al propietario y los empleados estos faltantes, hicieron "oídos sordos" y simplemente se "lavaron las manos" asegurando que todo estaba inventariado y que no existían tales piezas robadas.
De esta nueva anomalía, señalaron, ya no tuvieron a quien reclamarle o con quién quejarse, pues el corralón "Grúas Jesper", simple y sencillamente no existe, pues como ya se dijo, no cuenta con los permisos correspondientes para funcionar e incluso no cuenta con la concesión que expide la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado de México, para que este tipo de negocio tenga operatividad.
Sin embargo, dijeron los afectados, lamentablemente este corralón que se ubica en el municipio de Tultepec, trabaja en la clandestinidad gracias al apoyo que recibe de ministerios públicos y jueces conciliadores, que son los que "le dan vida", al enviarles todos los autos que a diario llegan a sus manos por algún percance de tránsito que no tuvo "arreglo".
"¿Qué autoridad apadrina al propietario de este corralón? ¿Por qué puede actuar con tanta impunidad? ¿Por qué a pesar de que la PGJEM ya lo había clausurado sigue operando en la clandestinidad sin que nadie lo moleste? ¿Estará enterada de esta serie de anomalías la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado de México? ¡Habrá algún alto funcionario detrás de esto?".
Estas fueron algunas de las interrogantes que se hicieron los afectados, quienes ante tantas anomalías y principalmente abusos, pidieron la intervención de la misma SCT del Estado de México y de la Procuraduría mexiquense, para que se investigue, se identifique y se castigue con todo el rigor de la ley a todo aquel servidor público que protege y apoya al propietario de este depósito de autos para que trabaje sin ser molestado, además de que se realice lo necesario para clausurar definitivamente el corralón "Grúas Jesper".
TULTEPEC, Méx., 13 de octubre.- El corralón de autos conocido como "Grúas Jesper" burla la legalidad, pues a pesar de que hace 6 meses fue clausurado, después de que se detectó que no contaba con los permisos correspondientes para funcionar, además de que durante un operativo elementos de la PGJEM encontraron escondidos dentro de sus instalaciones por lo menos 3 automóviles con reporte de robo, aún así con todas estas
anomalías sigue operando, aunque en la clandestinidad.
Pero esto no es lo más grave, pues algunos automovilistas que fueron víctimas de dicho corralón, denunciaron a LA PRENSA que pese a esta serie de irregularidades, ministerios públicos y jueces conciliadores de la zona del Valle de Cuautitlán "trabajan de la mano" con el propietario.
Dichos servidores públicos, según dijeron, aún a sabiendas de que el depósito de autos fue clausurado y de que no cuenta con los permisos correspondientes para funcionar, aún así contactan al mismo dueño para que con sus grúas se lleve y encierre en su corralón a todos aquellos autos que son puestos a disposición de ellos por algún percance de tránsito que no tuvo "arreglo", evidentemente, aseguraron, a cambio de una remuneración económica.
Por si esto fuera poco, agregaron, después cuando sus vehículos fueron ingresados al corralón de las "Grúas Jesper", por la puerta trasera, pues la entrada principal esta clausurada, inició un verdadero martirio para ellos, ya que ante la falta de una tarifa oficial y una normatividad que rija el funcionamiento del multicitado corralón, les cobraron de manera arbitraria y sin explicaciones de entre 8,000 y 10,000 pesos a cada uno para liberar sus vehículos, lo que dificultó de alguna manera realizar dicho trámite.
Cuando finalmente con mucho esfuerzo juntaron el dinero para liberar sus autos, añadieron, se encontraron con un nuevo problema, a unos les faltaban las bocinas, a otro el estéreo, uno más la llanta de refacción, herramientas, gatos y al reclamar al propietario y los empleados estos faltantes, hicieron "oídos sordos" y simplemente se "lavaron las manos" asegurando que todo estaba inventariado y que no existían tales piezas robadas.
De esta nueva anomalía, señalaron, ya no tuvieron a quien reclamarle o con quién quejarse, pues el corralón "Grúas Jesper", simple y sencillamente no existe, pues como ya se dijo, no cuenta con los permisos correspondientes para funcionar e incluso no cuenta con la concesión que expide la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado de México, para que este tipo de negocio tenga operatividad.
Sin embargo, dijeron los afectados, lamentablemente este corralón que se ubica en el municipio de Tultepec, trabaja en la clandestinidad gracias al apoyo que recibe de ministerios públicos y jueces conciliadores, que son los que "le dan vida", al enviarles todos los autos que a diario llegan a sus manos por algún percance de tránsito que no tuvo "arreglo".
"¿Qué autoridad apadrina al propietario de este corralón? ¿Por qué puede actuar con tanta impunidad? ¿Por qué a pesar de que la PGJEM ya lo había clausurado sigue operando en la clandestinidad sin que nadie lo moleste? ¿Estará enterada de esta serie de anomalías la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Estado de México? ¡Habrá algún alto funcionario detrás de esto?".
Estas fueron algunas de las interrogantes que se hicieron los afectados, quienes ante tantas anomalías y principalmente abusos, pidieron la intervención de la misma SCT del Estado de México y de la Procuraduría mexiquense, para que se investigue, se identifique y se castigue con todo el rigor de la ley a todo aquel servidor público que protege y apoya al propietario de este depósito de autos para que trabaje sin ser molestado, además de que se realice lo necesario para clausurar definitivamente el corralón "Grúas Jesper".
Publicar un comentario