Patricia Carrasco
Con la llegada del Papa Francisco a nuestro país, específicamente en Chiapas, "los ojos del mundo" voltearán a una región de México que está notablemente atrasada, que necesita justicia y reconocimiento, señaló la Arquidiócesis Primada de México; además, resaltó aún se tiene una deuda con los pueblos indígenas, pues si bien son reconocidos en el discurso, en la realidad las carencias y desigualdades aún están presentes. Sus derechos aún quedan atados a caprichos políticos y manoseo de líderes que envilecen sus causas y necesidades.
La visita del Papa Francisco a Chiapas no será un evento folclórico que pudiera ser visto sólo como expresión de riqueza cultural; Chiapas no es sólo paso de migrantes centroamericanos, es una entidad explotada en sus riquezas naturales y personas, de los más rezagados en alfabetización y desarrollo humano.
Nuestros pueblos indígenas han sido bloqueados por la incomprensión y el populismo; lastimados con profundas heridas causadas por gobernantes y dirigentes que lucran con sus necesidades, poniéndoles en condiciones desventajosas; los indígenas viven en crisis, desprecio y pobreza
En el editorial denominado "En deuda con los pueblos indígenas", publicado en el semanario católico "Desde la fe", expuso que el desarrollo está impulsado por dictados neoliberales y se pone en duda las recién
A decir de la jerarquía católica capitalina, en los discursos, nuestros indígenas son indispensables para el futuro; sin embargo, son cuestionables las políticas que dicen reconocerlos, subsisten relaciones históricas desiguales: la discriminación, la violación de sus derechos humanos fundamentales y el paternalismo que los utiliza para los juegos electorales.
Los indígenas viven en crisis, desprecio y pobreza. En 1994, el le
La Arquidiócesis destacó que en 2001, el Congreso de la
Expresó el desarrollo, en lugar de ser impulsado, es sometido por los dictados neoliberales, y ahora se pone en tela de juicio la viabilidad de las llamadas zonas económicas especiales, en lugares pobres y de muy alta marginación, para empoderar a empresas que realicen negocios a costa del sector social de la economía, que debería privilegiar el mercado interno de los pueblos y comunidades indígenas.
A esto se suma la desigualdad y desprecio cuando somos testigos de la pobreza indecente que provoca el abandono de pueblos enteros para incrementar la miseria; es de especial mención cómo algunas garantías elementales a la salud y vivienda, por ejemplo, son lujo cuando en muchas regiones no se alcanzan las mínimas condiciones de bienestar. Los procesos de diálogo han sido lentos y difíciles, lo que parece apurar y ser urgente para los sectores ricos, para los indígenas puede tardar años y décadas enteras. Seguimos en deuda con ellos.
Y el Papa Francisco ha llamado la atención sobre la riqueza de comunidades indígenas cuando "la conjunción de pueblos y culturas( es una forma de convivencia donde las partes conser
La búsqueda de esa interculturalidad que combina la reafirmación de los derechos de los pueblos originarios con el respeto a la integridad territorial de los Estados nos enriquece y nos fortalece a todos". Y los indígenas chiapanecos son más que una minimarimba.
PIDE CARDENAL EN CATEDRAL POR TODAS LAS NACIONES
Desde la Catedral Metropolitana, el cardenal Norberto Rivera Carrera pidió junto a los feligreses porque las naciones encuentren el desarrollo y progreso de los pueblos; elevó una oración por los funcionarios públicos y por todos los periodistas.
Además, señaló que la lectura del Evangelio debe hacerse "con ojos de hoy"; es decir, que se acople con las necesidades actuales.
"El Evangelio hay que leerlo siempre con ojos de hoy, cargados con los problemas y situaciones actuales para que salte la chispa de su luz que es liberación", comentó Rivera Carrera
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