TEMIXCO, Mor.- (OEM-Informex).- Ahí estaba otra vez ella, como cuando instaló mesas de quejas para conocer las preocupaciones de la gente o para atender a los trabajadores por la falta de pago de sus prestaciones siendo presidenta municipal electa; ahora, Gisela Raquel Mota Ocampo, presidenta municipal de Temixco, llegó inmortal a la explanada del ayuntamiento, recibió aplausos, pero con demandas de justicia del pueblo, voces que se le
El encargado de recordar su legado fue Anastasio Solís Lezo. "Siempre fuiste de izquierda, desde que eras una niña y acompañabas a tu mamá; por momentos ponías atención a las asambleas y al mismo tiempo jugabas con otros niños de tu edad", dijo frente al féretro.
Al homenaje de cuerpo presente acudió el gobernador Graco Ramírez; su esposa, Elena Cepeda, y funcionarios del gabinete estatal y municipal.
Solís Lezo recordó que, como adolescente, fue una activista importante en la lucha social y ambiental, mientras estudiaba en la UAEM. "La campaña fue un trámite, porque ahí se ratificó el apoyo de la gente de Temixco hacia la persona que era Gisela Mota".
Aunque había funcionarios de todos los ni
Anastasio Solís convocó a los ciudadanos, a la gente que trabajó con ella, a no desistir y abandonar todo, sino hacer causa común, porque "abandonar los ideales y proyectos de Gis sería como echar a perder tu esfuerzo y sacrificio, que no serviría de nada, pero enarbolar tus compromisos e ideales que hiciste en campaña y en tu toma de protesta sería como revivir en cada uno la grandeza de Temixco".
Mientras el calor pegaba fuerte, los asistentes por momentos dejaban escapar sus lágrimas en recuerdo de la originaria de Pueblo Viejo; "muchos preguntan por qué no había escoltas, yo les respondo, tú siempre dijiste: 'la policía siempre debe estar para cuidar al pueblo, no a los políticos', esa era la razón; y agregabas: 'no tengo porque tener miedo, el pueblo me cuida'; 'llego a trabajar y a hacer el bien, no me voy a cambiar de casa, voy a casarme con el pueblo', decías".
Tal y como el mensaje del gobierno que iba a encabezar Gisela Mota, Anastasio Solís pidió: "juntas y juntos por el buen vivir; tu legado merece vivir eternamente". Al final el féretro fue trasladado nuevamente hacia su domicilio, y por la tarde, hacia su destino final: el panteón municipal
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