Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
Sin de una mano quedó para siempre un joven quien trabajaba en una carnicería en la Colonia San Juan de Aragón segunda sección, y es que al no poner toda su atención en los momentos que molía carne a una "clienta", la extremidad se le fue hasta donde se encontraban las aspas del aparato y sus dedos quedaron totalmente destrozados, y atorado.
Ayer en la carnicería localizada en la calle 536 y Río Consulado, la clientela comenzó a llegar desde temprana hora para adquirir la carne y elaborar la comida del día. Quienes atendían en ese negocio se encontraban alegres, nada les preocupaba, pero la tranquilidad se vio afectada cuando un joven trabajador comenzó a lanzar gritos de dolor y angustia.
Lloraba y gritaba que lo ayudaran y al voltear los compañeros del muchacho se dieron cuenta de que la máquina se encontraba triturándole la mano derecha; veloz como un rayo, uno de los amigos se abalanzó hasta donde se encontraba el interruptor de la máquina y la apagó e intentó ayudar al tablajerito, quien no dejaba de quejarse por los fuertes dolores que sentía.
Al voltear a ver la máquina por donde sale la carne de res que se molía, se percató que colgaban parte de los dedos del desafortunado menor, que suplicaba se le ayudara. Así, con la rapidez con que se logró apagar el aparato, se tomó un teléfono y pidió el apoyo de los paramédicos. Y en pocos minutos estuvieron ahí presentes los socorristas de la Benemérita Cruz Roja.
Apoyados por conocedores de la máquina, se fueron quitando los tornillos y demás objetos para poder quitar la lámina y el sitio donde se encontraba la mano afectada del joven. Con la ayuda de varias personas se comenzó a trasladar al muchacho a una camilla, pero como era grave la lesión, en el lugar no le pudieron liberar el resto de su mano que no fue triturada.
Como los segundos eran valiosos, el conductor de la ambulancia de la Cruz Roja trasladó al lesionado a las instalaciones de esa ins
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