iELECTROCUTADO!

Raúl Macías

Acompañado por el llanto de sus familiares y el asombro de los moradores de la casa marcada con el número 54 de Avenida del Campo, pueblo de Santacruz Acalpixca, elementos del Cuerpo de Bomberos sacaron en una camilla el cuerpo de Ariel, un trabajador de la construcción que accidentalmente tocó los cables de la energía eléctrica y perdió la vida.

Relataron los vecinos a las autoridades, que el joven de 23 años de edad, se encontraba en la azotea de la vivienda realizando unos trabajos de albañilería, que llegó a temprana hora y todo marchaba bien, pero ya por la tarde escucharon un ruido en la azotea y al subir se encontraron con el cuerpo de quien en vida respondiera al nombre de Ariel "N".

Al acercarse intentaron reanimarlo pero no lo pudieron hacer ya, lo que les orilló a solicitar la presencia de los paramédicos; sin embargo cuando llegaron los socorristas nada pudieron hacer para ayudar a este joven, pues ni el desfibrilador logró que fuera reanimado, decretando que ya había dejado de existir y se limitaron a cubrir el cuerpo con una sábana.

Para evitar que alguien subiera hasta la azotea y moviera algunas cosas encontradas ahí, elementos de la policía capitalina resguardaron el lugar del accidente y no permitieron el paso a nadie hasta que no diera la autorización el ministerio público, por lo que los familiares de Ariel debieron aguardar hasta que les fuera autorizado estar cerca del cuerpo del joven trabajador de la construcción.

Los propietarios de la vivienda tuvieron que rendir su declaración ante la autoridad ministerial, pero dentro de las primeras inspecciones oculares, se estableció que el joven trabajador tocó cables de alta tensión y esto le provocó recibir una fuerte descarga que le costó la vida, por lo que su cuerpo ya no pudo ser reanimado por los paramédicos, y de esto se informó a su familia.

Mientras que los peritos de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México se encargaban de hacer las investigaciones oculares, en la parte de abajo se encontraban los elementos del Cuerpo de Bomberos, quienes al ser avisados que se había concluido con las primeras diligencias, subieron y colocaron el cuerpo de la víctima en una camilla.

Los vulcanos llevaron el cuerpo del infortunado joven hasta la camioneta de Servicios Periciales de la Procuraduría capitalina que lo trasladó al anfiteatro delegacional para que se le practicara la necropsia de ley
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