Foto: Enrique Hernández
Por: Arturo R. Pansza
El PAN, en su papel de oposición, al ya no ostentar el gobierno federal, se pronunció en contra, prácticamente en todo, durante la discusión en el pleno de la Cámara de Diputados a las leyes del Impuesto al Valor Agregado (IVA), del Impuesto Sobre la Renta (ISR), Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS), y la Ley Federal de Derechos.
Los panistas adoptaron una posición agresiva y aferrada, no lograron evitar la aprobación de homologar de 11 a 16 por ciento el IVA en la frontera.
A las diez de la noche perdieron su primera batalla al votarse en paquete y como no procedentes todas las reservas en torno a ese impuesto.
Entrada la madrugada continuaban en su lucha por conseguir cambios en los demás temas y fueron partícipes de enfrentamientos verbales con priístas, perredistas y verde ecologistas, que asumieron una postura más mesurada.
El Salón de Sesiones llegó a confundirse en un ring: se intercambiaron insultos, desafíos y apuestas desde las curules.
Finalmente triunfó el nuevo catálogo de impuestos y homologación de otros, que apoyaron PRI, PRD, PVEM y Nueva Alianza, durante una larga sesión que culminó en la madrugada de hoy.
Fueron desechadas una tras otra las 109 reservas que se presentaron, los temas más polémicos y que más discusión generaron fueron la homologación del IVA en las franjas fronterizas y la aplicación de ese impuesto a los alimentos para perros, gatos y pequeñas especies que fungen como mascotas.
Resulta que antes de la discusión de las reservas, los posicionamientos de los partidos políticos enfrentaron a los legisladores de las diversas fracciones parlamentarias, a tal grado que hubo gritos entre los oradores y también en la zona de las curules, donde las pancartas y consignas subieron de tono.
Rubén Camarillo Ortega, del PAN, fue el que encendió la mecha. Al hacer uso de la tribuna para fijar su postura contra esta miscelánea fiscal, que consideró cínica y abusiva, arremetió con los del PVEM y PRI, principalmente.
Y así se expresó: "qué poca, qué poca, sí, qué poca... creatividad tuvieron al presentar una miscelánea fiscal recesiva, abusiva y que va contra la generación de empleos en el peor de los momentos".
Ello desató los gritos en las curules de priístas y verde-ecologistas. No conforme con el escándalo que provocó, refirió que ésta es una señal inequívoca que el gobierno federal ha perdido la brújula y que a menos de un año de haber entrado en funciones "el país se le está yendo de las manos, eso es esta pseudorreforma".
Posteriormente, vino la contestación a Camarillo. El coordinador de los diputados del PVEM, Arturo Escobar, dejó en claro que los panistas se quisieron adjudicar a nivel nacional que por ellos se logró el no a IVA a colegiaturas y operaciones inmobiliarias, lo cual es absolutamente falso.
Arremetió al exponer en la tribuna que "al PAN le importan los ricos de México. Al PAN no le importa la clase media. El PAN odia a los pobres de México, y a las pruebas me remito. No en una, no en dos, en tres propusieron IVA en alimentos y medicinas para atentar contra los más pobres de México".
De esa discusión sacó raja la diputada del PT, Lilia Aguilar Gil, ya que a lo acontecido entre esos dos diputados lo calificó como pleitos de cantina y de machitos.
Cuando Escobar hizo alusión que a los panistas no les importan los pobres, de la bancada del PAN se escucharon gritos de "¡palero!, ¡palero!, ¡palero!".
El griterío en las curules de uno y otro bandos obligó varias veces al presidente de la Mesa Directiva, Ricardo Anaya, a solicitar orden y respeto para los oradores, sin mucho éxito.
Lilia Aguilar, le puso la cereza al pastel al referir que "evidentemente, yo no vengo aquí a hacer pleitos de cantina ni retos de machitos de ocasión que me hagan perder la curul".
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