
Raúl Macías, Foto: Luis A. Barrera
Para su mala suerte de un invidente, por un accidente fue llevado a la agencia del juzgado cívico que se localiza en las afueras del Metro Guerrero de la Línea 3, y todo, porque como de película se le cayó su teléfono celular a las vías en la estación Hidalgo y pidió apoyo para recuperarlo.
Conmovidos por la "tragedia" de esta persona de quien no se reveló su nombre, un par de "metichitos" en vez de ir en busca del jefe de estación para que ellos auxiliaran a esta persona y pudiera recuperar su fon que le sirve mucho para ser localizado por sus familiares, pues se ofrecieron a ayudar.
Valiéndose de un palo de escoba, los samaritanos comenzaron a tratar de recuperar el celular, pero para su mala fortuna tocaron las barras guías y provocaron un conato de incendio y al ver que esto les ocasionaría un serio problema con las autoridades de la Procu capitalina, pa'pronto: "patitas para qué las quiero" y huyeron del lugar.
Ignorando lo que pasaba, el invidente esperaba le dieran noticias de la recuperación de su celular, pero en vez de sentir en la espalda la mano "amiga" que le diera su aparato, más bien sintió la de los elementos de la Policía Bancaria e Industrial que fueron al lugar en donde se registró el chispazo.
Al decirle lo que habían provocado sus "amigos", de inmediato se lo llevaron hasta la agencia del juzgado civil que se localiza a un costado del Metro Guerrero en donde explicó lo sucedido, asegurando que él solamente quería recuperar su teléfono móvil que se había caído en las vías de la estación Hidalgo del Metro.
Para su mala suerte de un invidente, por un accidente fue llevado a la agencia del juzgado cívico que se localiza en las afueras del Metro Guerrero de la Línea 3, y todo, porque como de película se le cayó su teléfono celular a las vías en la estación Hidalgo y pidió apoyo para recuperarlo.
Conmovidos por la "tragedia" de esta persona de quien no se reveló su nombre, un par de "metichitos" en vez de ir en busca del jefe de estación para que ellos auxiliaran a esta persona y pudiera recuperar su fon que le sirve mucho para ser localizado por sus familiares, pues se ofrecieron a ayudar.
Valiéndose de un palo de escoba, los samaritanos comenzaron a tratar de recuperar el celular, pero para su mala fortuna tocaron las barras guías y provocaron un conato de incendio y al ver que esto les ocasionaría un serio problema con las autoridades de la Procu capitalina, pa'pronto: "patitas para qué las quiero" y huyeron del lugar.
Al decirle lo que habían provocado sus "amigos", de inmediato se lo llevaron hasta la agencia del juzgado civil que se localiza a un costado del Metro Guerrero en donde explicó lo sucedido, asegurando que él solamente quería recuperar su teléfono móvil que se había caído en las vías de la estación Hidalgo del Metro.
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