Estados Unidos y Cuba, dos vecinos enemistados cuya hostilidad política durante más de cinco décadas puso al mundo al borde de una guerra nuclear, anunciaron ayer que restablecerán sus relaciones diplomáticas.
Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron simultáneamente en Washington y La Habana el histórico giro en las relaciones aunque queda pendiente de resolver la cuestión del embargo económico ("bloqueo" para los cubanos) impuesto por Estados Unidos en 1961 como resto de la Guerra Fría.
De pie ante un atril, con traje azul marino y corbata celeste, Barack Obama dijo que llegó la hora de poner fin a una política hacia Cuba que está "obsoleta" y que "ha fracasado durante décadas".
En su despacho en La Habana, Castro, sentado ante la mesa de su despacho y con su uniforme verde olivo de general del ejército, proclamaba el "restablecimiento de las relaciones diplomáticas" y "medidas mutuas para mejorar el clima bilateral". (OEM-EFE)
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