Patricia Carrasco
En una conferencia de prensa, el titular del trabajo, Alfonso Navarrete Prida, denunció que entre los rarámuris llevados a esos campos agrícolas con engaños, se encontraban 15 niños, desde bebés hasta adolescentes; los campos de papa, son operados por la Sociedad de Producción Rural denominada El Cerezo.
Los inspectores comisionados de la STPS constataron que "los trabajadores se encontraban alojados en un predio del municipio de Comondú, en condiciones insalubres, hacinados en pequeñas chozas elaboradas de manera provisional con palos, cintas, plásticos negros, costales y cartón, entre charcos de lodo y basura, con baños totalmente contaminados y poco acceso al agua", detalló.
En la inspección se entrevistó a dos "enganchadores" de nombre Alejandro Bellereza Ruelas y Fortino Pellegaud Osorio, quienes aceptaron ser responsables del traslado de los trabajadores de Creel, Chihuahua, a Comondú a la cosecha de papa por un lapso de 6 semanas; posterioemente serían llevados a cosechas en Sinaloa y Sonora, campos pertenecientes a la misma empresa.
Los rarámuris vivían "en condiciones indignas y sin las mínimas condiciones de cuidado a la salud de las personas que ahí habitaban, desde donde cada mañana, eran trasladados a un centro de trabajo en el mismo municipio de Comondú", citó el funcionario.
Navarrete especificó que el ministerio público debe determinar los delitos en que incurrió la empresa, aunque adelantó que se tipifica el delito de explotación infantil, trata de personas, y privación ilegal de la libertad.
"Desde luego, los 'enganchadores' pueden tipificar varios delitos, desde inclusive trata de personas, porque es una forma de explotación de seres humanos concreta, de abuso de menores, por tenerlos hacinados en un lugar en estas condiciones graves, y algunos otros delitos que pueden tipificarse en fuero común y en ser necesario en fuero federal".
El funcionario federal expuso que "la investigación que no le toca ya a la secretaría, tiene que estar muy encaminada hacia la organización criminal de "enganchadores" que se dedican a buscar este tipo de comunidades y de personas susceptibles de ser explotadas, para que ellos tengan un beneficio personal porque cobran por el trabajo de los demás.
En un video que presentaron, se puede observar que este grupo de personas sólo tenían 4 baños en pésimas condiciones, totalmente contaminados.
Navarrete Prida describió que en un predio que se utilizaba como vivienda, operado por la empresa también se encontró un segundo campamento de trabajadores agrícolas de la sierra tarahumara, con otras 100 personas en las mismas condiciones de insalubridad y hacinamiento que el primero. Se encontraron hombres, mujeres y niños
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