Raúl Macías
"Los mexicanos necesitamos tener la confianza de que nuestros derechos humanos serán siempre e indefectiblemente respetados y protegidos en toda interacción con cualquier autoridad, y que las disputas y las promesas recíprocas serán resueltas de manera pacífica mediante mecanismos institucionales, ante autoridades jurisdiccionales que actúan bajo reglas predecibles y transparentes", expresó el magistrado Eduardo Tomás Medina-Mora Icaza.
Ayer, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) dio la bienvenida al ministro Eduardo Tomás Medina-Mora Icaza, en sesión solemne en la que el ministro presidente Luis María Aguilar Morales, y el Consejo de la Judicatura Federal (CJF), le impuso la Toga Magisterial y le entregó la credencial y distintivo (fistol) correspondientes.
En su mensaje, el Ministro Eduardo Tomás Medina-Mora Icaza aseveró que es un honor para él formar parte de esta Suprema Corte, que ha logrado constituirse como uno de los mejores referentes de diseño y construcción institucional y que gracias a las reformas de 2011, en materia de derechos humanos y amparo, cuenta hoy con las herramientas, la capacidad y la obligación de extender esta solidez a todos los niveles de la impartición de justicia.
"Esta es la única respuesta posible a la aspiración ciudadana. El reto para la Corte es mantener y ser la guía en un orden jurídico que se integra de distintas fuentes del derecho, que deben ser operadas de conformidad con nuevos parámetros de constitucionalidad y principios interpretativos como el pro persona, la no discriminación y la no regresividad", indicó.
Consideró que esta tarea sólo tendrá un impacto significativo en la vida de las personas "cuando consolidemos un correcto ejercicio del control difuso de convencionalidad en todos los niveles de impartición de justicia".
Citando al historiador Francisco Fukuyama, el Ministro Medina-Mora Icaza enfatizó que hay tres elementos que se constituyen como precondición de la evolución de una sociedad hacia el bienestar y la seguridad ciudadanas: Estado fuerte, estado de derecho y rendición de cuentas.
De estos tres, expuso, en el que más pueden incidir los ministros es en el estado de derecho, que en la experiencia cotidiana de la seguridad jurídica es la fuente primordial de la certidumbre y confianza ciudadana.
El Ministro Medina-Mora Icaza sostuvo que hoy a casi 100 años de la promulgación de la Constitución, el mayor reto es mantenerla viva y moderna, frente a los embates del tiempo y los cambios sociales, y que los jueces constitucionales pueden hacerlo mediante cada una de sus sentencias, acortando la brecha entre el derecho y la sociedad, entre el derecho y las aspiraciones ciudadanas.
"Juntos podemos contribuir a que nuestro país deje atrás la sombra de la injusticia y el abuso, a que la ley sea un escudo fuerte para la defensa de la libertad, a que nuestras instituciones protejan al débil y al inocente y castiguen a todo aquel que viola las normas y abusa de su poder", manifestó.
Reconoció la experiencia de los ministros que integran el Alto Tribunal y enfatizó que al diseñar la Suprema Corte como un cuerpo colegiado, el Constituyente determinó que es necesario contar con diversidad de criterios, perspectivas y experiencias para enriquecer su tarea interpretativa.
"Es en este sentido que aspiro a sumar mis capacidades y criterio al Máximo Tribunal de la nación. En mi trayectoria profesional he acumulado experiencias, que me parece agregan una perspectiva valiosa. Tengo, estoy cierto, mucho que aportar y, sobre todo, mucho que aprender de cada uno de ustedes, de este cuerpo colegiado", refirió. En su mensaje rememoró al Ministro Sergio Valls Hernández, "a quien tengo el honor de suceder, no de sustituir en esta Suprema Corte, un amigo muy apreciado, junto con Guille, su esposa, y sus hijos".
Ayer, ante los Plenos de la Suprema Corte, del Tribunal Electoral de Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y del Consejo de la Judicatura Federal, la Ministra Olga María Sánchez Cordero dijo al nuevo Ministro que lo recibía una institución a la que todos los mexicanos encuentran abierta a escuchar.
"Le doy la bienvenida a una institución plural, neutral, independiente y colegiada. Lo recibe el Tribunal Constitucional de México. Una institución que tiene hoy un papel fundamental en nuestra democracia, que es un elemento consustancial a ésta, precisamente porque es la encargada de defenderla".
Desde la tribuna del Salón de Plenos de la SCJN, la Ministra Sánchez Cordero destacó que el Alto Tribunal ha sido impulsor de grandes cambios, durante toda la vida independiente de México, que es una institución protagonista de la historia, representativa de los momentos históricos que le ha tocado vivir, y que hoy responde a un modelo plural de Estado, no homogéneo.
"Lo recibe una Corte que se inserta en un modelo global, en el que, sus pares, en la mayoría de Estados democráticos, dialogan y deciden en torno a los derechos humanos de todas las personas, tratando de hacer de este enfoque el objetivo prioritario de su quehacer. Una Corte que ha sido merecedora de premios internacionales en esta materia", dijo
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