Raúl Macías
La mañana estaba un poco nublada, débiles rayos de sol calentaban a los vecinos del Peñón de los Baños que se encontraban listos para conmemorar la Batalla del 5 de Mayo en Puebla, registrada en 1862, cuando los zacapoaxtlas derrotaron a los franceses, ejército que tenía la intención de invadir México por una deuda del entonces Presidente Benito Juárez García con el gobierno galo.
Vestidos como zacapoaxtlas y soldados de Francia, los vecinos llegaron puntuales a su cita. Para hacer más ruido iban con pequeños cañones. En las aceras se encontraban los habitantes de esa colonia, localizada en la Delegación Venustiano Carranza, así como visitantes de otras zonas de la Ciudad de México, los cuales expectantes observaban paso a paso el desarrollo de la representación.
Misma que inició en enero de 1862, cuando las tropas de la Triple Alianza desembarcaron en Veracruz y penetraban en territorio mexicano; pero en abril, a causa de la diferencia de intereses entre las tres naciones invasoras, España e Inglaterra deciden retirarse, ya que eran claras las intenciones de los franceses de instaurar una monarquía en México.
Todo transcurría conforme a lo que se recuerda de esa parte de la historia de México, en el escenario natural era observado el general Ignacio Zaragoza y su grupo de soldados que estudiaban la estrategia con la cual buscaban derrotar a los invasores, que más que cobrar una deuda tenían la intención de derrocar al gobierno de Benito Juárez y que Napoleón III asumiera un cargo importante en el país.
Dio inicio la batalla, se enfrentaban los indios contra los franceses, porque los ejércitos de Inglaterra y España no quisieron participar en esa acción; nadie se echaba para atrás, era notoria la superioridad de los europeos, pero esto no amedrentaba a los zacapoaxtlas que iban venciendo a los enemigos de la nación, siempre con el apoyo total del general Zaragoza,
Fue entonces cuando el general Lorencez se da cuenta de la valentía de los mexicanos, al verse superado durante los enfrentamientos llevados a cabo en los fuertes de Loreto y Guadalupe, ordena que se toque la retirada; al ver esto el 6o. Batallón Nacional de Puebla, o de los zacapoaxtlas, celebran la victoria; sabían que habían vencido a un ejercito reconocido mundialmente.
Derrotados los franceses, los soldados del general Ignacio Zaragoza le dicen: "mi general, cumplimos", y como una prueba de buena voluntad y amistad que existe entre los vecinos
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