Álvaro Velázquez, Foto: Rogelio Tinoco
ECATEPEC, Méx.- En lo que se perfila como un claro ajuste de cuentas de presuntos delincuentes, dos hermanos, elementos de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), fueron brutalmente asesinados a balazos por varios sujetos que los sorprendieron y dispararon en por lo menos 10 ocasiones con armas de fuego, cuando platicaban tranquilamente en una camioneta, frente a su domicilio.
Consumada la doble ejecución, los presuntos homicidas que a decir de los vecinos llegaron en un automóvil de características desconocidas y que eran más de cuatro, rápidamente subieron a dicho vehículo para darse a la fuga a toda velocidad y perderse entre las calles del lugar, sin que hasta el momento se sepa nada de su identidad y posible paradero.
A pesar del hermetismo con que se manejaron las autoridades policiacas, principalmente los elementos de la CESC que resguardaron toda la zona y obstaculizaron la labor de los medios de comunicación, se informó que los policías estatales, se encontraban frente a su domicilio, tranquilamente platicando dentro de una camioneta Cross Fox roja, placas de circulación 481-WFV, cuando fueron sorprendidos por varios sujetos que llegaron de frente y que sin mediar palabras les dispararon en repetidas ocasiones a través del parabrisas, con armas de fuego.
Al escuchar las constantes detonaciones de armas de fuego, familiares y vecinos de los uniformados rápidamente salieron de sus domicilios para saber qué había pasado y al darse cuenta que los dos uniformados habían sido atacados a balazos y que estaban muy graves rápidamente pidieron el auxilio de los cuerpos de emergencia, pero desafortunadamente cuando paramédicos de Protección Civil y de la Cruz Roja llegaron ya era demasiado tarde, pues ya habían muerto.
Al tener conocimiento de que dos de sus compañeros habían sido atacados a balazos, contrariamente a otros casos, decenas de elementos de la CESC de inmediato se presentaron en el lugar y desataron impresionante operativo y feroz cacería en toda la zona, a fin de ubicar y detener a los presuntos homicidas, pero no tuvieron suerte, pues escaparon sin dejar pistas de su paradero.
Durante las primeras inspecciones oculares que practicó en la escena del crimen, el ministerio público informó que los occisos quedaron en los asientos delanteros de la camioneta y que ambos presentaban múltiples balazos en diferentes partes de su cuerpo, además de que sus verdugos les dispararon a través del parabrisas de la unidad en por lo menos 10 ocasiones, al parecer con pistolas calibre .9 milímetros, pues en toda la zona se encontraron varios casquillos percutidos de dicha arma.
A pesar de que familiares y compañeros de los occisos afirmaron que hasta donde sabían éstos se dedicaban en cuerpo y alma a su trabajo y que no andaban metidos en líos, policías ministeriales consideraron, por la forma en que se dieron los hechos, posiblemente los uniformados sí andaban en malos pasos y que pudieron ser asesinados porque no cumplieron con algún compromiso adquirido con la delincuencia o por sus mismas funciones como policías, por lo que en un intento por aclarar los hechos y lograr la identificación y captura de los criminales, aseguraron que ya iniciaron con las investigaciones correspondientes
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