WASHINGTON, D.C., (OEM-EFE).- Estados Unidos ha reforzado la seturidad en las grandes ciudades, transporte público y acontecimientos deportivos tras el atentado múltiple en París, que dejó al menos 129 muertos y 350 heridos, y la supuesta amenaza de los yihadistas del Estado Islámico (EI) a Washington.
El Metro de la capital estadounidense desplegó patrullas adicionales en la noche del pasado viernes, tras conocer lo que estaba ocurriendo en París, y mantendrá esa presencia policial reforzada por un plazo indeterminado.
Además, habrá más inspecciones con perros antiexplosivos en las estaciones y otras infraestructuras clave, así como revisiones en las entradas del Metro y otras medidas que no serán de conocimiento público.
Los temores ante un atentado múltiple como el de París en la capital crecieron el lunes tras la publicación de un video del EI, cuya autenticidad no pudo ser comprobada, en el que anunciaba su intención de atacar Estados Unidos "en su centro, Washington".
La Policía del Capitolio, sede del Congreso de Estados Unidos en Washington, ha elevado también la seguridad en el edificio y sus alrededores, con un aumento visible de la presencia de agentes.
En Nueva York, ciudad acostumbrada a estar bajo la amenaza terrorista desde los atentados del 11 de septiembre de 2001, la Policía ha elevado la seguridad y reforzado sus recursos, sobre todo en la icónica Times Square, en el nuevo complejo del World Trade Center, en el consulado de Francia y en la misión del país galo ante las Naciones Unidas.
En los días siguientes al atentado de París, se han llevado a cabo controles en los principales puentes de Nueva York y el lunes por la noche, el Lincoln Center, una de las grandes instituciones culturales del país, estaba siendo vigilado por el grupo de respuesta estratégica de la Policía local, al considerarse que es un objetivo terrorista.
También el lunes, la Policía de Nueva York presentó una nueva unidad contra el terrorismo, un Comando de Respuesta Crítica, con base en la Isla Randall.
El comisario de la policía de la ciudad, William Bratton, explicó ayer que la brigada tendrá capacidad para responder a una docena de sucesos al mismo tiempo, algo clave en un eventual atentado múltiple como el de París.
El sangriento ataque a la sala de conciertos Bataclan de París ha hecho que la Policía de Nueva York haya modificado su estrategia en el caso de una situación con rehenes: a partir de ahora no negociará con terroristas y entrará a reducirlos lo más rápido posible.
"Esa gente, si tienen rehenes, sólo es para prolongar el suceso, porque su intención es matarlos de todos modos", afirmó Bratton.
Otra de las grandes ciudades del país, San Francisco, también ha incrementado la vigilancia en sus sistemas de transporte público, a pesar de que no se conoce ninguna amenaza concreta.
La liga de futbol americano (NFL, por sus siglas en inglés) ha reforzado desde el fin de semana su seguridad y la presencia policial tanto dentro como fuera de los estadios y los aparcamientos.
Pese al refuerzo en la seguridad, Estados Unidos no aumentó su nivel de alerta terrorista tras los ataques en París, de manera que sigue en el nivel medio de los cinco posibles: "elevado, riesgo significante de atentados terroristas"
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