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Intensa movilización de las fuerzas federales y de corporaciones policiacas del Estado de México se registró la tarde-noche de ayer, después de que un comando de sicarios se enfrentó con policías municipales de Ixtapaluca, dejando un saldo de al menos cinco uniformados y un civil muertos, a la altura del kilómetro 81 del Circuito Exterior Mexiquense.
Los primeros reportes del caso indican que la balacera se suscitó alrededor de las 18:30 horas sobre un camino de terracería ubicado en el poblado de El Tablón San Francisco Acuatla, donde se encontraban policías de las patrullas 915 y 800 custodiaban a dos personas que habían detenido en la zona y que serían trasladas a la cabecera municipal. En dicho sitio, los municipales fueron emboscados por un grupo de sicarios, lo que derivó en una balacera.
En el lugar fallecieron los uniformados Roberto Moisés Vázquez Pale, Adrián Flores Hernández, Francisco Martínez Espitia y Ariel Melchor, así como otro policía y un civil que, hasta el momento, no han sido identificados.
Uno de los gatilleros que resultó lesionado fue trasladado al Hospital General de Chalco y otro oficial herido fue llevado a la Cruz Roja de la demarcación.
Mientras que en Saltillo, Coahuila, las autoridades estatales confirmaron que al menos cuatro presuntos delincuentes fueron abatidos al enfrentarse a elementos del Ejército mexicano, en el Bulevar Luis Donaldo Colosio.
El tiroteo se registró alrededor de las 13:20 horas en la intersección de Colosio con Bulevar Venustiano Carranza, cerca de la salida hacia Monterrey. Cerca del lugar, en una esquina de las calles Lago de San Patricio y Lago de San Vicente, se encontraba el cuerpo de un hombre sin vida a un costado de un automóvil Volkswagen Bora color perla.
Minutos más tarde, se reportó otro enfrentamiento en Bulevar Luis Donaldo Colosio y Bulevar José Muza, a poco menos de un kilómetro del lugar donde ocurrieron los primeros hechos.
El convoy militar decomisó dos vehículos y tres armas largas. Dado que los hechos ocurrieron cerca del campus de la Universidad del Valle de México, las puertas de la institución cerraron los accesos e impidieron la salida de estudiantes. También fueron cerradas a la circulación las calles aledañas, las cuales eran vigiladas por elementos de la Policía municipal y del Ejército.
En Reynosa, Tamaulipas, se registró otro enfrentamiento en la carretera Ribereña, a la altura de la colonia Rancho Grande, lo que desató una serie de bloqueos por el canal Anzaldúas en las entradas a la zona centro.
El enfrentamiento entre sicarios y elementos del Ejército empezó alrededor de las 17:15 horas en la referida zona, una hora después, el bloqueo fue desactivado, sin que todavía se reporten detenidos. El tiroteo provocó que tres camionetas de civiles quedaran baleadas y atravesadas sobre la carretera a Nuevo Laredo, mientras que una serie de persecuciones se registraban entre militares y gatilleros por la avenida Tiburcio Garza Zamora, ubicada en la lateral del canal de Anzaldúas.
Los sicarios se perdieron al entrar a la zona centro, por lo que los militares trataron de coparlos cerrando los accesos al primer cuadro de la ciudad con vehículos civiles que ellos mismos atravesaron. También en cruces importantes de la ciudad, hombres desconocidos atravesaron camiones de transporte urbano, por lo que el caos se armó en la zona centro justo a la hora en que muchos negocios daban salida a sus empleados.
Después, los bloqueos que se armaron en los accesos del primer cuadro de la ciudad fueron retirados casi simultáneamente a las 18:15 horas y el tráfico volvió a la normalidad. Mientras que la Policía Ministerial de Reynosa fue concentrada en la carretera Ribereña, a la altura de Rancho Grande, por la balacera que se registró. En el lugar donde quedaron las camionetas atravesadas tras la balacera arribaron una carroza funeraria y tres camionetas blancas, al parecer de la Procuraduría estatal.
Por otra parte, más de 300 elementos de la Policía Federal, Estatal y del Ejército realizaron esta mañana un operativo al interior del Centro de Readaptación Social Varonil de Saltillo, donde aseguraron distintos objetos prohibidos.
En coordinación con la policía estatal elementos de seguridad integraron un operativo, y aunque no ha sido confirmado podría existir un posible traslado de reos. En el estacionamiento del penal se encuentran unidades de la Sedena y de fuerzas federales, otros se ubicaron en centros estratégicos afuera del lugar. En las afueras del penal estaban estacionadas al menos diez autobuses con capacidad aproximada de 40 personas cada uno.
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