Previene de artes y obras, donde lo convierten en el protagonista
Patricia Carrasco
La Arquidiócesis de México alertó a la población a "no abrirle las puertas al demonio", es decir, no buscar "poderes sobrehumanos" para ser "diferente"; dejarse arrastrar por "horrendas artes", a través de la música, la danza, escultura, literatura, cine, decorados, artes gráficas, juegos o fiestas, donde el protagonista es el demonio y sus obras.
El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México informó que también se abren esas puertas cuando se dejan arrastrar por deseos desordenados y tratan de alcanzarlos con actos inmorales, llegando a corromperse moralmente para obtener poder, placer o cosas materiales.
Lo anterior, sin importar que hagan trampas, pisotear a otros, mentir y cometer cualquier clase de deshonestidad para lograrlo.
Aclaró que todos los fines y medios que se utilizan para situaciones como obtener poderes curativos, vencer las leyes de la materia, conocer el pasado o futuro o influir en la vida de otro, "es abrir las puertas al demonio".
El padre Rogelio Alcántara, director de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Arquidiócesis de México, abordó el tema "las prácticas que abren las puertas al demonio", en una de sus conferencias, con el objetivo de orientar y aclarar a los fieles todo tipo de dudas sobre la existencia y el actuar del demonio y "el más allá".
El religioso precisó que otra manera de abrir esas puertas, es pretender lograr un bien legítimo por medios no naturales.
"Desear la armonía personal, laborar, escolar o familiar; salud psicológica o física; dinero para pagar tus necesidades básicas, o cosas superfluas; amor y felicidad, es algo legítimo, pero si se quiere alcanzar sin esfuerzo, sin ejercicio arduo de virtudes, o se acude a esos medios por ignorancia, por falta de fe, de esperanza se pueden abrir las puertas al demonio".
Dijo que la "apertura de puertas" se da voluntariamente, aunque puede ser por ignorancia, "porque el demonio nunca dirá, 'a este lo voy a respetar, pobrecito, no sabía en lo que se metía' ".
El padre Alcántara refirió que una vez abiertas las puertas, el demonio actuará de modo ordinario: debilitando la vida espiritual de relación con Dios, convenciendo a la persona para que deje de rezar, de ir a misa, de frecuentar los sacramentos, dominará el alma por el pecado, y el individuo irá en camino de condenación.
De ahí que citó que para evitar caer en este tipo de situaciones, aconsejó consultar a alguien competente que conozca la doctrina y documentos de la Iglesia. El uso de las bellas artes que se refieren o me llevan a Dios.
El uso de algún sacramental (agua o sal bendecida o exorcizada) una imagen, una medalla, un crucifijo, un escapulario, etcétera.
Para tomar o retomar con decisión y energía el camino que lleva a Dios y liberarse de las acechanzas del enemigo recomienda: Obras de piedad: Confesión frecuente, ir a misa con fidelidad; oración y adoración al Santísimo).
Obras de misericordia: las corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al necesitado, visitar al enfermo, socorrer a los presos y enterrar a los muertos; las espirituales: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se equivoca; perdonar las injurias, consolar al triste, soportar con paciencia los defectos del prójimo y orar por los vivos y los difuntos.
Patricia Carrasco
La Arquidiócesis de México alertó a la población a "no abrirle las puertas al demonio", es decir, no buscar "poderes sobrehumanos" para ser "diferente"; dejarse arrastrar por "horrendas artes", a través de la música, la danza, escultura, literatura, cine, decorados, artes gráficas, juegos o fiestas, donde el protagonista es el demonio y sus obras.
El Sistema Informativo de la Arquidiócesis de México informó que también se abren esas puertas cuando se dejan arrastrar por deseos desordenados y tratan de alcanzarlos con actos inmorales, llegando a corromperse moralmente para obtener poder, placer o cosas materiales.
Lo anterior, sin importar que hagan trampas, pisotear a otros, mentir y cometer cualquier clase de deshonestidad para lograrlo.
Aclaró que todos los fines y medios que se utilizan para situaciones como obtener poderes curativos, vencer las leyes de la materia, conocer el pasado o futuro o influir en la vida de otro, "es abrir las puertas al demonio".
El padre Rogelio Alcántara, director de la Comisión para la Doctrina de la Fe de la Arquidiócesis de México, abordó el tema "las prácticas que abren las puertas al demonio", en una de sus conferencias, con el objetivo de orientar y aclarar a los fieles todo tipo de dudas sobre la existencia y el actuar del demonio y "el más allá".
El religioso precisó que otra manera de abrir esas puertas, es pretender lograr un bien legítimo por medios no naturales.
"Desear la armonía personal, laborar, escolar o familiar; salud psicológica o física; dinero para pagar tus necesidades básicas, o cosas superfluas; amor y felicidad, es algo legítimo, pero si se quiere alcanzar sin esfuerzo, sin ejercicio arduo de virtudes, o se acude a esos medios por ignorancia, por falta de fe, de esperanza se pueden abrir las puertas al demonio".
Dijo que la "apertura de puertas" se da voluntariamente, aunque puede ser por ignorancia, "porque el demonio nunca dirá, 'a este lo voy a respetar, pobrecito, no sabía en lo que se metía' ".
El padre Alcántara refirió que una vez abiertas las puertas, el demonio actuará de modo ordinario: debilitando la vida espiritual de relación con Dios, convenciendo a la persona para que deje de rezar, de ir a misa, de frecuentar los sacramentos, dominará el alma por el pecado, y el individuo irá en camino de condenación.
De ahí que citó que para evitar caer en este tipo de situaciones, aconsejó consultar a alguien competente que conozca la doctrina y documentos de la Iglesia. El uso de las bellas artes que se refieren o me llevan a Dios.
El uso de algún sacramental (agua o sal bendecida o exorcizada) una imagen, una medalla, un crucifijo, un escapulario, etcétera.
Para tomar o retomar con decisión y energía el camino que lleva a Dios y liberarse de las acechanzas del enemigo recomienda: Obras de piedad: Confesión frecuente, ir a misa con fidelidad; oración y adoración al Santísimo).
Obras de misericordia: las corporales: dar de comer al hambriento, dar de beber al sediento, vestir al desnudo, dar posada al necesitado, visitar al enfermo, socorrer a los presos y enterrar a los muertos; las espirituales: enseñar al que no sabe, dar buen consejo al que lo necesita, corregir al que se equivoca; perdonar las injurias, consolar al triste, soportar con paciencia los defectos del prójimo y orar por los vivos y los difuntos.
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