Raúl Macías, Foto: Jaime Llera
Al filo de la medianoche del pasado martes, dos jóvenes de 23 años de edad, fueron baleados en la Colonia El Vergel, en Iztapalapa, quedando uno sin vida y el otro fue trasladado en estado grave al hospital, y se presume que también le dieron lo "suyo" a sus agresores, porque cerca del cuerpo del difunto se encontraron dos desarmadores con manchas de sangre.
Consta en la averiguación previa que fue iniciada por el delito de homicidio y lesiones, que cerca de la medianoche del pasado martes, dos jóvenes caminaban por la Avenida Ermita Iztapalapa y que al llegar a la altura de la calle Camino Real, fueron agredidos con un arma de fuego, al parecer por unos sujetos que viajaban a bordo de un vehículo.
En cuestión de segundos, los cuerpos de las víctimas se encontraban rodeados por vecinos, quienes aseguraban que no se les hacían conocidos los jóvenes. A su llegada, los paramédicos solamente confirmaron el deceso de uno de los baleados, quien fue identificado como César Isaac Camacho Vázquez, de 22 años de edad, pero al revisar a su acompañante le detectaron un balazo en el tórax.
Se informó que el lesionado, de quien no se proporcionó su nombre, fue trasladado de urgencia al hospital de la Comunidad Económica Europea, en donde se le extrajo la bala, mientras que en el lugar de los hechos el agente del ministerio público ordenó a los peritos que iniciaran las indagatorias para poder establecer las causas por las que les dispararon a los jóvenes.
La investigación comenzó a dar un giro inesperado el cual demuestra que no se trató de un intento de robo, más bien de una venganza, aunque no se descarta que anduvieran en malos pasos los baleados, porque cerca del cuerpo de la víctima, se localizaron dos desarmadores con manchas de sangre y un filoso cuchillo envuelto en una bolsa de plástico, que al parecer fue utilizado en un hecho delictivo.
César Isaac Camacho Vázquez, de 22 años de edad, presentaba un disparo de arma de fuego a la altura del pecho, lo que le ocasionó una muerte instantánea. Ante la falta de testigos oculares, el agente del ministerio público de la Coordinación Territorial Iztapalapa 7, ordenó que se analicen los videos de la SSPDF en la zona de los hechos y así poder detener al o los criminales.
Asimismo, que fueran analizados los desarmadores para conocer a quién pertenece la sangre con la que se encontraban manchados, y que se llevaran a cabo investigaciones en hospitales cercanos de donde ocurrió la tragedia, con el fin de poder encontrar a las personas que pudieron haber sido "picadas" con la referida herramienta, y así precisar si se trató de una venganza
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