Patricia Carrasco
En la misa dominical en la Catedral Metropolitana, se elevó una oración por el pueblo de Guerrero para que cese la violencia y la hostilidad contra la sociedad civil, para que el Señor escuche la súplica en favor de la aparición con vida de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos desde hace 24 días.
Al resaltar la tarea misionera de la Iglesia Católica, ligada a la promoción humana, el arzobispo de México afirmó que los católicos deben dejar los templos y salir a las calles, a todos los ambientes a anunciar la buena nueva, el Evangelio.
"Una característica de nuestra fe es que es dinámica, debe ser comunicada; no puede ser aprisionada, ni puede ser privilegio de un grupo, de una cultura o de un continente... El que recibe la fe y no la transmite a los demás es como el siervo inútil que entierra el talento que recibió", indicó.
En su homilía, el arzobispo primado de México aseguró que la Iglesia para cumplir su tarea misionera además de palabras debe llevar a los más necesitados obras concretas que hablen del amor de Dios.
La Iglesia tiene plena conciencia de que su tarea misionera está íntimamente ligada a la promoción humana.
En el Día Mundial de las Misiones, agregó que en los orígenes de la Iglesia había plena conciencia que esta tarea era de toda la comunidad, la cual se sentía íntimamente ligada a los misioneros que enviaba, cerca o lejos.
El religioso afirmó que había un intercambio continuo entre comunidad y misioneros, ya que el misionero no llevaba su fe personal sino la fe de la Iglesia.
De ahí que, refirió: "este día y siempre debemos tener conciencia que debemos sostener a nuestros misioneros con la oración constante, la práctica de nuestra fe y con nuestros bienes materiales.
"La fe en la Iglesia circula como en vasos comunicantes: si somos una comunidad viva, comprometida, practicante, nuestros hermanos que salen a anunciar la Buena Noticia se sentirán sostenidos y apoyados. Es cierto que no todos podemos salir, pero también es cierto que todos podemos hacer algo para que el Evangelio sea conocido.
"El primer misionero ha sido Jesús, quien fue enviado al mundo por el Padre para anunciarnos el Evangelio. Y Jesús, a su vez, funda su Iglesia y la envía a anunciar la Buena Nueva a toda la gente, no sin antes haberle dado el Espíritu Santo para que pudiera cumplir este mandato.
"Por esto es tan importante para la Iglesia y para todos sus miembros la Misión, hasta tal punto que San Pablo exclama: 'hay de mí si no evangelizo' ".
Es como el agua viva, la imagen es de Jesús mismo, para ser auténtica debe correr. Jesús la compara a la planta que crece, a la levadura que explota y fermenta toda la masa.
Ahora es el momento que desde nuestros pueblos llegue a otros que están lejos la buena noticia de la salvación en Jesucristo.
Con este contexto entenderemos mejor el lanzamiento que hacen los obispos de este continente Americano desde Aparecida, a una misión continental tanto a nivel interno como más allá de nuestras fronteras: así podremos ser discípulos y misioneros de Jesús.
En este contexto, el Papa Francisco continuamente nos habla de que hay que salir, de nuestros templos, hay que ir a todo los templos, a todos los ambientes, anunciar la buena nueva, el Evangelio de Jesucristo
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