Alejandro Colón
El grito de "todos somos Ayotzinapa", es un llamado a seguir transformando a México, consideró el Presidente Enrique Peña Nieto, al convocar a los mexicanos a continuar impulsando los cambios de fondo que requiere el país, para cerrarle el paso a la criminalidad, la corrupción y la impunidad.
"Es momento de construir, no para destruir; es momento de unir, no para dividir. Es momento de fortalecer nuestras instituciones, no para debilitarlas; es momento de pensar en soluciones y de trabajar por México", indicó el Jefe del Ejecutivo en un mensaje a la nación desde Palacio Nacional.
El Primer Mandatario reconoció a las personas que han salido a las calles, en México y en distintas partes del mundo, por el caso Iguala: "las expresiones de solidaridad con los estudiantes de Ayotzinapa, de artistas, intelectuales y deportistas; las miles de inconformidades difundidas en redes sociales, así como las opiniones de articulistas y columnistas, todas coinciden en un punto fundamental: que México no puede seguir así. Y tienen razón. Después de Iguala, México debe cambiar".
"El grito de 'todos somos Ayotzinapa', demuestra ese dolor colectivo. El grito de 'todos somos Ayotzinapa', es ejemplo de que somos una nación que se une y se solidariza en momentos de dificultad", expresó el Primer Mandatario ante representantes de los Poderes Legislativo y Judicial, gobernadores, Secretarios y representantes de la sociedad civil.
"¡YA BASTA!", EL GRITO UNANIME
Ahí, reconoció que los lamentables hechos de Iguala han exhibido que México tiene rezagos y condiciones inaceptables por vencer. Estos hechos de violencia, dijo, nos exigen redoblar los esfuerzos para lograr la vigencia plena del estado de derecho.
"Nuestro país se ha estremecido ante la crueldad y la barbarie. Como sociedad, debemos tener la capacidad de encauzar nuestro dolor e indignación hacia propósitos constructivos El camino de México debe ser el de la paz, la unidad y el desarrollo", destacó.
Reconoció que el camino hacia un mejor México no ha sido ni será fácil. Nos seguirá exigiendo esfuerzo y perseverancia. Seguirán existiendo obstáculos y resistencias, pero la fuerza y la voluntad de cambio de los mexicanos siempre podrán superarlos.
Dijo que a pesar de lo alcanzado en estos dos años de gobierno en materia de seguridad, "los hechos de Iguala nos han dejado claro a todos, a sociedad y Gobierno, que aún hay mucho por hacer".
A raíz de la tragedia de Iguala, dijo, México está nuevamente a prueba. Frente a ello, los mexicanos no podemos caer en el pesimismo, ni abandonar nuestra esperanza de un mejor futuro.
A lo largo de nuestra historia, los mexicanos jamás nos hemos rendido ante la adversidad. Hemos demostrado, una y otra vez, que somos una sociedad con dignidad, con valor, unida y solidaria. Una sociedad que hoy alza su voz para decir: ya basta, concluyó.
Expuso que en la tragedia de Iguala se combinaron condiciones inaceptables de debilidad institucional, que no se pueden ignorar: un grupo criminal que controlaba el territorio de varios municipios; autoridades municipales que eran parte de la propia estructura de la organización delictiva; policías municipales que en realidad eran criminales a las órdenes de delincuentes.
"Lo más desafiante para México es que a pesar de las acciones emprendidas en la actual y anteriores administraciones, algunas de estas condiciones de debilidad institucional siguen presentes en otras localidades y zonas del país", alertó.
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