Patricia Carrasco
Tras siete días de camino, del zócalo de Iguala, Guerrero, los integrantes del movimiento #43x43 "Ni un desaparecido más" llegaron ayer al Zócalo capitalino pasado el mediodía, luego de caminar 195 kilómetros. Visiblemente cansados, llenos de ira y dolor, lanzaron el grito que suena en todo México desde hace 45 días: "Vivos se los llevaron, vivos los queremos.
"¡Los queremos vivos, por el bien del país!", y "¡Nos faltan 43!". "Fue el Estado". "Hay una situación de emergencia nacional por la inseguridad".
Los integrantes de la caravana invitaron a los capitalinos a sumarse al novenario a lo largo de la semana y encender una veladora afuera de sus casas como símbolo de solidaridad para las familias de los estudiantes.
En el templete que los esperaba frente a Palacio Nacional con la manta de #43x43, José Alcaraz, representante de la caravana manifestó en el mitin: "el movimiento apuesta por la paz, pero luchará contra la impunidad y la corrupción". Y sigue: "Es un movimiento de paz, pero es de hartazgo. Los partidos están podridos".
"El Estado actual ya no le sirve a la sociedad", sentenció.
A su llegada a la Plaza de la Constitución, los marchistas cargaban las fotos de los normalistas de Ayotzinapa, cartulinas de repudio, la bandera de México y exigieron justicia.
Ahí realizaron un mitin de protesta, donde no estuvo presente la policía.
"México tiene miedo, porque no sabe hasta dónde está el límite del poder público y la delincuencia, qué grave, la descomposición es terrible, y sólo la sociedad, los ciudadanos podemos ir juntos para modificar las cosas", comentó Alcaraz.
En el trayecto, se observaron cartulinas que portaron niños y jóvenes como los lemas: "México, no te mueras, México no me mates". "Las ideas no se matan".
"Hemos crecido con Tlatelolco 68, Acteal, ABC, Atenco, Tlatlaya, Azotzinapa, ya me cansé de cinismo e impunidad". "Vivos se los llevaron, vivos los queremos, urge su presentación con vida".
En la 43x43 participaron integrantes de 43 organizaciones civiles, que exigen la aparición con vida de los normalistas desaparecidos y que no queden en la impunidad los hechos de Iguala. En Cuernavaca, se incorporó a la movilización el poeta Javier Sicilia
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