J. Adalberto Villasana
La Antigua Ciudad Maya y Bosques Tropicales protegidos de Calakmul, Campeche, fue inscrita como BienMixto (cultural y natural) en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO por el Comité de Patrimonio Mundial, ayer, durante su 38 sesión celebrada en Doha (Qatar). Se trata del primer Bien Mixto mexicano inscrito por el organismo internacional.
Así Calakmul es el primer Bien Mixto mexicano inscrito en la lista de la UNESCO. Con esta renominación México, Estado Parte de la Convención del Patrimonio Mundial desde 1984, cumple y es coherente con la política establecida por el comité a través de la Estrategia Global (1994) que postula los principios de una lista basada en la representatividad, el equilibrio y la equidad.
El área inscrita en la lista de la UNESCO, que se ubica en la parte sur de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, es considerada la segunda mayor extensión de bosques tropicales en América y los mejor conservados de la región, con un total de 723,000 hectáreas.
En un ambiente parlamentario y espíritu de gran compromiso con la conservación del patrimonio mundial, los 21 estados partes del Comité del Patrimonio Mundial discutieron los temas de las nuevas nominaciones, y en el caso de México, el referente a la inscripción de la Antigua Ciudad Maya y Bosques Tropicales protegidos de Calakmul, Campeche, como Bien Mixto.
A través de un diálogo abierto con los miembros del comité, los representantes del INAH y la Conanp, con la colaboración de la SRE, sostuvieron diversas reuniones de trabajo con expertos técnicos, dando a conocer el amplio trabajo llevado a cabo desde 1999, y que dio como resultado la correcta presentación de esta candidatura, la cual recibió apoyo casi unánime del comité.
La nueva inscripción se logró bajo los criterios naturales (IX) y (X), y fortalece los criterios culturales (I), (II) (III) y (IV) con los que en 2002 se inscribió a la Antigua Ciudad de Calakmul como un Bien Cultural. De tal manera que la inscripción ahora otorgada es una extensión de la anterior, que amplía el área de protección a 331,397 hectáreas, donde se ubican 38 centros arquitectónicos mayas que forman parte del Bien Cultural de Calakmul.
Esta candidatura es resultado del trabajo conjunto entre la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp), con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de la Delegación Permanente de México ante la UNESCO, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, de la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO (Conalmex) y del gobierno del Estado de Campeche, a través de sus secretarías de Cultura y de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable.
La región mexicana inscrita por la UNESCO como Bien Mixto este 21 de junio una ocupación humana continua por más de 1,500 años, representando un ejemplo único para la formación y construcción de un grupo cultural en el que Calakmul puede tomarse como eje rector con respecto a todos los sitios con evidencia arqueológica circundantes. La información que contiene esta serie de sitios es de vital importancia para la comprensión de la cultura maya y su evolución.
El bien comprende 12 centros arquitectónicos mayores: Calakmul, Altamira, Balakbal, Champerico, Dos Aguadas, El Gallinero, El Zacatal, La Muñeca, Los Hornos, Oxpemul, Uxul y Yaxnohcah; 9 centros medianos: Candzibaantún, Cheyokolnah, Chicaanticaanal, El Laberinto, Las Delicias, Las Tuchas Bravas, Los Tambores, Olvidado y Pared de los Reyes; 6 centros menores: Buenfil, Chanarturo, El Chismito, La Retranca, Los Escalones y Marihuana; y 11 sitios pequeños: Aguada Laberinto, Aguas Amargas, Cerros de Yeso, Chilar, Chumbec, Dos Caobas, El Cerrón, Naachtún Noroeste, Piedra Rota, Puerto México y Villahermosa.
Asimismo, el área inscrita incluye un mosaico de comunidades de bosque tropical con redesecológicas y tróficas complejas. De acuerdo con estudios recientes, las condiciones actuales del suelo, en áreas particulares, están relacionadas con los cambios que hizo la cultura maya para el uso de agricultura intensiva, la absorción de agua fresca para evitar o prevenir las inundaciones, y la construcción de centros urbanos y ceremoniales, lo que indica grandes y sofisticadas formas de adaptación del medio kárstico.
Destaca la conservación de la biodiversidad, algunas de cuyas especies fueron favorecidas en su recuperación por la presencia de aguadas y chultunes, reservas de agua utilizadas por los mayas y que hoy día constituyen elementos vitales para especies de estos bosques tropicales.
La zona es testigo del crecimiento sin precedentes de una civilización extraordinaria que llegó a un abrupto final en las postrimerías del periodo Clásico (siglos IX y X d.n.e.). Desde entonces prácticamente deshabitada, sólo con una intervención contemporánea (limitado a la explotación de madera y savia del chicle en el siglo XX), lo que garantiza los criterios de Autenticidad e Integridad y representa un testimonio excepcional de una civilización de larga vida que ofrece una posibilidad única para comprender tanto los fundamentos de su florecimiento como las causas de su colapso.
En su conjunto, el bien inscrito constituye un excepcional paisaje cultural y natural, ya que conserva vestigios en gran medida intactos del desarrollo relativamente temprano de una espléndida civilización dentro de un entorno hostil en la selva tropical.
También contempla, además de los restos de asentamientos, los caminos (sacbeob) que comunicaban los centros arquitectónicos al interior y al exterior, los sistemas de defensa, las canteras, las características de manejo del agua (como embalses y aguadas, modificados artificialmente o estanques de agua), las terrazas agrícolas, así como otras modificaciones del terreno relacionadas con las estrategias de subsistencia, todo ello formando parte del paisaje extremadamente rico y notablemente bien conservado.
Así Calakmul es el primer Bien Mixto mexicano inscrito en la lista de la UNESCO. Con esta renominación México, Estado Parte de la Convención del Patrimonio Mundial desde 1984, cumple y es coherente con la política establecida por el comité a través de la Estrategia Global (1994) que postula los principios de una lista basada en la representatividad, el equilibrio y la equidad.
El área inscrita en la lista de la UNESCO, que se ubica en la parte sur de la Reserva de la Biosfera de Calakmul, es considerada la segunda mayor extensión de bosques tropicales en América y los mejor conservados de la región, con un total de 723,000 hectáreas.
A través de un diálogo abierto con los miembros del comité, los representantes del INAH y la Conanp, con la colaboración de la SRE, sostuvieron diversas reuniones de trabajo con expertos técnicos, dando a conocer el amplio trabajo llevado a cabo desde 1999, y que dio como resultado la correcta presentación de esta candidatura, la cual recibió apoyo casi unánime del comité.
La nueva inscripción se logró bajo los criterios naturales (IX) y (X), y fortalece los criterios culturales (I), (II) (III) y (IV) con los que en 2002 se inscribió a la Antigua Ciudad de Calakmul como un Bien Cultural. De tal manera que la inscripción ahora otorgada es una extensión de la anterior, que amplía el área de protección a 331,397 hectáreas, donde se ubican 38 centros arquitectónicos mayas que forman parte del Bien Cultural de Calakmul.
Esta candidatura es resultado del trabajo conjunto entre la Secretaría de Educación Pública (SEP), a través del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), y la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), a través de la Comisión Nacional de Areas Naturales Protegidas (Conanp), con el apoyo de la Secretaría de Relaciones Exteriores, a través de la Delegación Permanente de México ante la UNESCO, del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, de la Comisión Mexicana de Cooperación con la UNESCO (Conalmex) y del gobierno del Estado de Campeche, a través de sus secretarías de Cultura y de Medio Ambiente y Aprovechamiento Sustentable.
El bien comprende 12 centros arquitectónicos mayores: Calakmul, Altamira, Balakbal, Champerico, Dos Aguadas, El Gallinero, El Zacatal, La Muñeca, Los Hornos, Oxpemul, Uxul y Yaxnohcah; 9 centros medianos: Candzibaantún, Cheyokolnah, Chicaanticaanal, El Laberinto, Las Delicias, Las Tuchas Bravas, Los Tambores, Olvidado y Pared de los Reyes; 6 centros menores: Buenfil, Chanarturo, El Chismito, La Retranca, Los Escalones y Marihuana; y 11 sitios pequeños: Aguada Laberinto, Aguas Amargas, Cerros de Yeso, Chilar, Chumbec, Dos Caobas, El Cerrón, Naachtún Noroeste, Piedra Rota, Puerto México y Villahermosa.
Destaca la conservación de la biodiversidad, algunas de cuyas especies fueron favorecidas en su recuperación por la presencia de aguadas y chultunes, reservas de agua utilizadas por los mayas y que hoy día constituyen elementos vitales para especies de estos bosques tropicales.
La zona es testigo del crecimiento sin precedentes de una civilización extraordinaria que llegó a un abrupto final en las postrimerías del periodo Clásico (siglos IX y X d.n.e.). Desde entonces prácticamente deshabitada, sólo con una intervención contemporánea (limitado a la explotación de madera y savia del chicle en el siglo XX), lo que garantiza los criterios de Autenticidad e Integridad y representa un testimonio excepcional de una civilización de larga vida que ofrece una posibilidad única para comprender tanto los fundamentos de su florecimiento como las causas de su colapso.
En su conjunto, el bien inscrito constituye un excepcional paisaje cultural y natural, ya que conserva vestigios en gran medida intactos del desarrollo relativamente temprano de una espléndida civilización dentro de un entorno hostil en la selva tropical.
También contempla, además de los restos de asentamientos, los caminos (sacbeob) que comunicaban los centros arquitectónicos al interior y al exterior, los sistemas de defensa, las canteras, las características de manejo del agua (como embalses y aguadas, modificados artificialmente o estanques de agua), las terrazas agrícolas, así como otras modificaciones del terreno relacionadas con las estrategias de subsistencia, todo ello formando parte del paisaje extremadamente rico y notablemente bien conservado.
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