RECIFE, Brasil, OEM).- Cual enamorado, el tricolor seguirá de la mano con sus aficionados en esta aventura mundialista. El romance no termina aquí y Fortaleza será la siguiente sede que verá a México en su sextos octavos de final consecutivos en busca del tan anhelado quinto partido, pues de manera contundente y sin piedad firmó su pase a la siguiente ronda al derrotar 3-1 a Croacia, en una muestra de gran futbol, al sobreponerse ante toda circunstancia negativa, como el arbitraje.
Sin embargo, México recordó que para ganar se le debe derrotar hasta al peor enemigo, aunque lleve consigo un silbato, pues mientras la FIFA se preocupa más por gritos extracancha, los de negro han quedado a deber, y más a México, al que mucho le han robado, pero afortunadamente la balanza se inclinó hacia el tricolor, gracias a los goles de un ostentoso Márquez, un elegante Guardado y un exacto Hernández, quienes aguantaron 45 minutos para echarse los tres puntos en la bolsa, que ponen a México en el segundo lugar del Grupo A, por debajo de Brasil, que superó por mejor diferencia de goles.
Siete puntos, segundo lugar, y ahora, a medirse contra el primer sembrado del sector B, Holanda, presupuesto que se pactó desde aquellas conferencias en el CAR, en donde el mismo Miguel Herrera auguró el cruce y hoy se convierte en realidad.
Junto con Holanda llega la historia de siempre, la de octavos, la del pasito que se busca, y solamente el domingo en la cancha del Castelao de Fortaleza se disipará, pero hoy es tiempo de festejo en Recife y en nuestro querido país.
JUSTICIA DE GOLES
El romance de México con sus aficionados seguirá y seguirá para los octavos de final.
Además de competirle a once jugadores, México tuvo que hacerle frente a 12, y éste vistió de amarillo, aunque no precisamente fue brasileño, fue el silbante central de Uzbekistán, Ravshan Irmatov, quien no pitó una clara mano de Srna y a la postre desató la furia de los nuestros, quienes inmediatamente después vieron la justicia.
Bien por el árbitro, pues prendió la mecha mexicana, ya que después del coraje que pasó al no ser pitado el tremendo lance de Srna en tiro cruzado de Guardado, México ampliamente fue mejor y aniquiló todo su mal primer tiempo al echarse al partido y al croata en la bolsa.
Una mano fue la causante que México amarrara su pase a los octavos de final con tremenda faena sobre Croacia en el segundo tiempo. Los tricolores tuvieron que venir de atrás ante las circunstancias y de la mano de la justicia y el orden, encontraron el buen futbol, ese que ha impresionado a africanos, sudamericanos y hoy a europeos.
La tibieza no compareció y los de Miguel Herrera replantearon su juego, volvieron a las bases, fabricaron el futbol que les dio resultados ante Camerún y Brasil, y así se hicieron de las riendas del duelo y del rival, que preocupó en el primer tiempo, pero no tanto por su desempeño, sino porque el tricolor no jugó a nada y solamente se conformó con un estruendoso disparo de Héctor Herrera, en uno de los peores primeros tiempos del cuadro de "El Piojo".
Afortunadamente, en el complemento vimos la otra cara de la moneda y los indicios comenzaron con triangulaciones entre varios del aparato ofensivo, y más cuando Layún y Aguilar completamente despertaron, pues en la primera parte brillaron por su ausencia.
Así que nacieron jugadas en donde Paul desbordó, centró y encontró el disparo de Guardado que a la postre no fue multado como disparo desde los once pasos. Enseguida Héctor Herrera intentó sorprender con gol olímpico y un croata impidió el gol sobre la línea.
El tiempo de México estaba por llegar...
Así fue, así se cantó con los disparos de Herrera, y al minuto 71, Rafael Márquez se levantó por los cielos, le negó el remate a Corluka y atestó con la cabeza el primer estruendo de gol para los nuestros. Justicia de gol.
Sin perder la ruta y al ver al croata agobiado, en franco contragolpe tricolor, "Chícharo" condujo, encontró pase a Oribe, quien al ver en mejor posición a Guardado le sirvió el balón, y Andrés, sin marca y entrando al área, perforó cómodamente. El segundo estaba en las redes y la rabia desapareció.
Con el marcador, los tres puntos y el pase a los octavos, México ahora sí jugó más suelto, alegre y bajo el misma sistema de su buen futbol. Layún y Aguilar ahora sí funcionaron; la media cancha, sin sobresaltos, y la ofensiva, funcionando a cabalidad, ya que Javier Hernández fue el tercer anotador en una peinada de Rafael Márquez, quien redondeó su gran actuación.
El 3-0 era la pesadilla croata y la felicidad mexicana, Holanda se confirmaba como el siguiente rival a octavos de final, y la franca contundencia se dio después de guardar la calma y tener paciencia.
La siguiente fase estaba lograda, pero para la mala fortuna de los de "El Piojo", vieron perforada la meta de Guillermo Ochoa por medio de Ivan Perisic, pero eso a la postre sirvió de poco a los europeos, el golpe mexicano estaba dado, el hurto quedó a un lado, el mal primer tiempo se borró y simplemente el romance seguirá, ya que la próxima cita será en Fortaleza el próximo domingo, cuando México choque contra Holanda, sorteando las crisis del arbitraje y la importancia de temas extracancha.
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