Patricia Carrasco
Tras el cierre parcial de la Línea 12 por las fallas en su infraestructura, por rieles ondulados, juntas rotas, durmientes fisurados, curvas prolongadas, ruedas metálicas lastimadas y trenes inadaptados, la Arquidiócesis Primada de México consideró que nuevamente se exhibe la corrupción en esa la llamada Línea Dorada, la cual nació como un aborto y reclamó "fincar responsabilidades" a las autoridades correspondientes, primero contra el exjefe de gobierno Marcelo Ebrard, al cual llamó megalómano y delirante.
No sólo será la parálisis de transporte, también el ejercicio de recursos millonarios para maquillar y tapar la corrupción y contubernios: 709 millones de pesos más que pudieron ser destinados a la obra pública para una ciudad caótica presumida de ser vanguardista, comentó.
En el editorial del semanario católico "Desde la fe", titulado "El tlatoani Marcelo", la Iglesia Católica calificó a Ebrard de esa manera, pues dijo que por su orgullo presentó a la ciudadanía una "Línea nacida como un aborto, de los procesos no concluidos y los conceptos no entregados en la obra civil que pudieron haberse cobrado con las vidas de los usuarios".
En opinión de la iglesia, la soberbia del exjefe de gobierno la habrán de pagar muy caro los ciudadanos que hoy sufren por la magnificación de su obra estrella.
"El orgullo del jefe de gobierno pendió de una obra moribunda y en ruinas ocultas. Al segundo día emergió la realidad que no salió en las felices fotos: fallas eléctricas, estaciones inconclusas, retrasos en los viajes, trenes varados, pasajeros atrapados. El gobernante justificó el colapso afirmando que era un proceso de estabilización en el servicio. Una mentira llevó a otra", remarcó.
Expuso que el 30 de octubre de 2012 fue la coronación del jefe de gobierno. La Línea Dorada inició operaciones para servir al pueblo de una zona de la ciudad donde el transporte masivo era demanda añeja.
En gran jolgorio, funcionarios de la administración pública local y federal, e invitados especiales, posaron para la foto; Felipe Calderón y el entonces ensoberbecido jefe de gobierno del Distrito Federal, prodigaron alabanzas, uno agradeció el monto de recursos federales para la obra, y el otro minimizó las cifras aportadas.
La demagogia perversa del jefe capitalino se sostuvo por esta reconciliación entre poderes. En esa ocasión -dijo- "independientemente del origen partidista de los gobiernos, estos proyectos deben contar con el apoyo invariable de todos los poderes".
Asimismo, la arquidiócesis recordó que el 12 de marzo de 2014 fue el día del descrédito merecido del exjefe de gobierno. El anuncio del cierre de más de la mitad de la eufemística Dorada evitó una potencial tragedia.
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los diputados locales prefirieron encumbrar y solapar en lugar de fincar responsabilidades y representar al pueblo ante los ilícitos del desastre financiero de la emblemática línea.
En el pasado, los grandes gobernantes trataron de perpetuar su memoria con majestuosas obras inútiles construidas sobre el dolor y la opresión de los esclavos. Nada ha cambiado en el presente y la Línea Dorada se construyó sobre la mentira, cinismo, corrupción y enriquecimiento desmedido, obra de oropel de personalidades megalómanas y mentes delirantes.Y el exjefe de gobierno se convirtió en eso, en el tlatoani, hacedor de la Línea del fiasco. Los ciudadanos esperamos que no quede en el olvido y la impunidad la presunta corrupción de un gobernante que, por cierto, es digno representante de una izquierda corrupta y demagoga, como la que ha oprimido y explotado a la ciudad de México.
Tras el cierre parcial de la Línea 12 por las fallas en su infraestructura, por rieles ondulados, juntas rotas, durmientes fisurados, curvas prolongadas, ruedas metálicas lastimadas y trenes inadaptados, la Arquidiócesis Primada de México consideró que nuevamente se exhibe la corrupción en esa la llamada Línea Dorada, la cual nació como un aborto y reclamó "fincar responsabilidades" a las autoridades correspondientes, primero contra el exjefe de gobierno Marcelo Ebrard, al cual llamó megalómano y delirante.
En el editorial del semanario católico "Desde la fe", titulado "El tlatoani Marcelo", la Iglesia Católica calificó a Ebrard de esa manera, pues dijo que por su orgullo presentó a la ciudadanía una "Línea nacida como un aborto, de los procesos no concluidos y los conceptos no entregados en la obra civil que pudieron haberse cobrado con las vidas de los usuarios".
En opinión de la iglesia, la soberbia del exjefe de gobierno la habrán de pagar muy caro los ciudadanos que hoy sufren por la magnificación de su obra estrella.
"El orgullo del jefe de gobierno pendió de una obra moribunda y en ruinas ocultas. Al segundo día emergió la realidad que no salió en las felices fotos: fallas eléctricas, estaciones inconclusas, retrasos en los viajes, trenes varados, pasajeros atrapados. El gobernante justificó el colapso afirmando que era un proceso de estabilización en el servicio. Una mentira llevó a otra", remarcó.
Expuso que el 30 de octubre de 2012 fue la coronación del jefe de gobierno. La Línea Dorada inició operaciones para servir al pueblo de una zona de la ciudad donde el transporte masivo era demanda añeja.
En gran jolgorio, funcionarios de la administración pública local y federal, e invitados especiales, posaron para la foto; Felipe Calderón y el entonces ensoberbecido jefe de gobierno del Distrito Federal, prodigaron alabanzas, uno agradeció el monto de recursos federales para la obra, y el otro minimizó las cifras aportadas.
La demagogia perversa del jefe capitalino se sostuvo por esta reconciliación entre poderes. En esa ocasión -dijo- "independientemente del origen partidista de los gobiernos, estos proyectos deben contar con el apoyo invariable de todos los poderes".
En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, los diputados locales prefirieron encumbrar y solapar en lugar de fincar responsabilidades y representar al pueblo ante los ilícitos del desastre financiero de la emblemática línea.
En el pasado, los grandes gobernantes trataron de perpetuar su memoria con majestuosas obras inútiles construidas sobre el dolor y la opresión de los esclavos. Nada ha cambiado en el presente y la Línea Dorada se construyó sobre la mentira, cinismo, corrupción y enriquecimiento desmedido, obra de oropel de personalidades megalómanas y mentes delirantes.Y el exjefe de gobierno se convirtió en eso, en el tlatoani, hacedor de la Línea del fiasco. Los ciudadanos esperamos que no quede en el olvido y la impunidad la presunta corrupción de un gobernante que, por cierto, es digno representante de una izquierda corrupta y demagoga, como la que ha oprimido y explotado a la ciudad de México.
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