Obama desestimó que su gobierno sea el causante de esta crisis humanitaria por no deportar de inmediato a estos menores, quienes son enviados a albergues de donde eventualmente podrían ser reunidos de manera temporal con familiares que viven en el país.
"El problema es que bajo la ley actual, una vez que esos niños cruzan la frontera existe un sistema a través del cual tenemos que procesarlos, cuidarlos, hasta que los podamos regresar (a sus países)", dijo el mandatario en una entrevista con la televisora ABC.
Bajo una ley aprobada por el Congreso y promulgada por el entonces presidente George W. Bush en 2008, los menores migrantes que viajan solos y son detenidos por la Patrulla Fronteriza, son objetos de un trato especial.
Aquellos menores de otras nacionalidades fuera de los mexicanos, deben ser transferidos a un albergue en un plazo de 72 horas tras su detención, y de ser posible, puestos bajo la custodia de un familiar en espera de su comparecencia ante un juez de migración.
"Nuestro mensaje es que no envíen a sus hijos solos en trenes o a través de contrabandistas, ese es nuestro mensaje directo a las familias en Centroamérica: No manden a sus hijos a la frontera", asentó.
El mandatario dejó en claro que, contrario a los rumores de que estos menores recibirán una protección especial que les permitirá quedarse en el país, su suerte será la misma de todos aquellos inmigrantes indocumentados.
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