J. Adalberto Villasana
La cena de Nochebuena es para los mexicanos un momento de unión familiar, el cual en muchas familias se cumple con imaginación, toda vez que se juntan y cada quien aporta un platillo, toda vez que costaría hasta 3,000 pesos, sí se adquieren los platillos más tradicionales como los romeritos, bacalao, pavo relleno, lomo, ensalada de manzana y algún otro.
"Aquí todo lo hacemos de coperacha, cada quien trae un platillo", explicó la señora Emma, que con sus dos hijas se pone de acuerdo para preparar la cena, en Ecatepec.
Así, millones de familias mexicanas disfrutarán esta cena reunidos, y cada una en la medida de sus posibilidades, porque habrá quien la pase en algún hotel de lujo con cena-show-baile, con un costo de 2,500 pesos por persona.
Para quienes lo harán en casa el kilo de lomo llega a los 110 pesos en carnicería, en autoservicio es más barato pero refrigerado; el bacalao está en 150 pesos kilogramo, mientras que el pavo crudo 60.
El tradicional ponche puede alcanzar un costo de 250 pesos, en un perol para ocho personas, toda vez que el tejocote está en 20 pesos kilogramo, la manzana y la guayaba igual.
La ensalada es el broche de oro, pero la manzana está en 20 pesos kilo, mientras que la nuez y almendras cuestan, los 100 gramos, 25 pesos, y los duraznos en almíbar 20 pesos la lata mediana, mientras que el bote de cuatro litros de crema está en 160 pesos 4 litros.
Mientras que la señora Adriana, en Iztapalapa, explicó que una vez preparada la pierna, lomo o pavo, conviene más llevarlos a la panadería a hornear a un precio de 150 pesos, que gastarse un tanque de gas de 300 pesos.
Y es que este año las estimaciones para una familia de cuatro integrantes, con pollo rostizado, ensalada de lechuga, espagueti, refrescos y sidra de manzana, llegará a los 500 pesos.
El incremento en los precios de productos de la canasta básica es lo más mencionado en los autoservicios y mercados, donde la gente hace las compras para la cena.
Y es que son más que notorios los incrementos esta temporada, explicó el señor David, quien ve cómo se va su sueldo y aguinaldo tan sólo en la cena de Navidad y hay que pensar en la de Año Nuevo.
Los aumentos más sensibles fueron en cárnicos, verduras, refrescos y algunos condimentos, además del aumento durante todo el año del gas LP.
Pavos, piernas, bacalao, mole, pollo, costillas de cerdo, truchas, salmón, barbacoa de res o de borrego y hasta pato estarán en las mesas de las familias mexicanas cocinados con mucho amor, pero también con el esfuerzo de padres, madres y abuelos de familias que trabajaron mucho para hacer posible la magia de la Navidad
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"Aquí todo lo hacemos de coperacha, cada quien trae un platillo", explicó la señora Emma, que con sus dos hijas se pone de acuerdo para preparar la cena, en Ecatepec.
Así, millones de familias mexicanas disfrutarán esta cena reunidos, y cada una en la medida de sus posibilidades, porque habrá quien la pase en algún hotel de lujo con cena-show-baile, con un costo de 2,500 pesos por persona.
Para quienes lo harán en casa el kilo de lomo llega a los 110 pesos en carnicería, en autoservicio es más barato pero refrigerado; el bacalao está en 150 pesos kilogramo, mientras que el pavo crudo 60.
El tradicional ponche puede alcanzar un costo de 250 pesos, en un perol para ocho personas, toda vez que el tejocote está en 20 pesos kilogramo, la manzana y la guayaba igual.
Mientras que la señora Adriana, en Iztapalapa, explicó que una vez preparada la pierna, lomo o pavo, conviene más llevarlos a la panadería a hornear a un precio de 150 pesos, que gastarse un tanque de gas de 300 pesos.
Y es que este año las estimaciones para una familia de cuatro integrantes, con pollo rostizado, ensalada de lechuga, espagueti, refrescos y sidra de manzana, llegará a los 500 pesos.
El incremento en los precios de productos de la canasta básica es lo más mencionado en los autoservicios y mercados, donde la gente hace las compras para la cena.
Pavos, piernas, bacalao, mole, pollo, costillas de cerdo, truchas, salmón, barbacoa de res o de borrego y hasta pato estarán en las mesas de las familias mexicanas cocinados con mucho amor, pero también con el esfuerzo de padres, madres y abuelos de familias que trabajaron mucho para hacer posible la magia de la Navidad
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