Domina la euforia a 115,000 personas

Cer­ca de 115,000 afi­cio­na­dos se die­ron ci­ta en el Zó­ca­lo de la ciu­dad de Mé­xi­co pa­ra ver el par­ti­do de la Se­lec­ción Me­xi­ca­na an­te Croa­cia y lue­go de mi­nu­tos de su­fri­mien­to, por fin vi­no el tan an­he­la­do gol y con ello, el gri­to: "es­ta­mos en oc­ta­vos". Al fi­nal el 3-1 a fa­vor de Mé­xi­co lo con­fir­mó

En­ton­ces se rom­pió el si­len­cio, co­men­zó el re­la­ja­mien­to de los mi­les de me­xi­ca­nos que se die­ron ci­ta en esa pla­za otro­ra de ma­ni­fes­ta­cio­nes y de fes­te­jos, el "Cie­li­to Lin­do" so­nó una y otra vez. 

Ni la llu­via, ni los em­ba­tes del equi­po que nos ame­na­zó, hi­zo que nos tem­bla­ran la pa­tas, al con­tra­rio, la gen­te co­men­zó a bai­lar el "Ja­ra­be Ta­pa­tío".

To­dos, ni­ños, hom­bres y mu­je­res, en un am­bien­te de fe­li­ci­dad, gri­ta­ron y se emo­cio­na­ron con los em­ba­tes del equi­po de "El Pio­jo" He­rre­ra. 

En las pan­ta­llas gi­gan­tes cuan­do mos­tra­ban la ima­gen del en­tre­na­dor de Croa­cia, los afi­cio­na­dos gri­ta­ban esa pa­la­bra que por un mo­men­to nos pu­so en la mi­ra por la FI­FA pa­ra san­cio­nar­nos. 

"Utooooooo...", so­nó en el Zó­ca­lo que se con­vir­tió en un es­ta­dio de fut­bol, don­de los pre­sen­tes, echa­ron po­rras y su­frie­ron, mos­tra­ron su ros­tro de fe­li­ci­dad y de mie­do. 

El pró­xi­mo do­min­go Mé­xi­co ju­ga­rá con­tra Ho­lan­da.